lunes, 10 de diciembre de 2012

LA COMIDA QUE SE TIRA Y LA CRECIENTE DESIGUALDAD SOCIAL


Félix Población

Ayer, gracias una vez más al programa Salvados de Jordi Évole Requena (La Sexta), pudimos enterarnos de un capítulo más de nuestra lacerante realidad social: el que afecta al hambre y al dispendio. En España pasan hambre entre tres y cuatro millones de personas, y sin embargo se tiran a la basura cada año nueve millones de toneladas de comida. Esto es un reflejo de lo que ocurre en el planeta, donde no habría hambrientos con solo aprovechar los alimentos que se desperdician entre Estados Unidos y Europa.

Évole entrevistaba a un agricultor que producía 200.000 kilos de mandarinas por temporada, de los que 70.000 son desechados por no obedecer a las condiciones estéticas impuestas para su comercialización. Basta para eso que el fruto tenga el más mínimo rasguño en la piel. No importa que las mandarinas desechadas sean perfectamente comestibles, pues su destino es acabar como abono por no ofrecer la imagen exigida. 

Otro tanto sucede con el producto de la pesca. Entre el 30 y el 35 por ciento de las capturas acababa otra vez en el mar. Ese porcentaje supone más de un millón de toneladas al año, en España, y entre 15 y 20 en Europa. Son las imposiciones impuestas por las cuotas de pesca, que funcionan como productos financieros. Al mismo tiempo, se sigue practicando la pesca de arrastre, con redes en las que llegan a caber 13 aviones jumbo, que arramplan con todo lo que pillan a media o baja agua, para que luego buena parte de esa pesca sea arrojada al mar.

El programa de Évole concluía con una magnífica entrevista a Gustavo García Herrero, director del Albergue Municipal y la Casa de Amparo de Zaragoza, integrante también de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, del que recuerdo estas declaraciones publicadas en otro medio respecto a la desigualdad social creciente que se está viviendo en nuestro país y que puede llegar a comportar un fracaso histórico del Estado. Aludía García Herrero al llamado coeficiente Gini, que mide la diferencia de ingresos de un país. Si la estadística arrojara un cero, significaría que en ese país hay una igualdad perfecta. El 100 sería la desigualdad más absoluta. España sacó en 2011 un 34, el nivel más alto desde que hay registros.

Lo grave es que tanto en tiempos de bonanza como en estos años de crisis, las desigualdades siguen aumentando según todos los indicadores. ¿Por qué? Sin duda alguna, por la fiscalidad tan regresiva que tenemos en España; en nuestro pais, el 44% de los ingresos del Estado provienen del IRPF y de ellos el 83% procede de rentas del trabajo. Y un 32%, hasta ahora, del IVA. En definitiva, ser rico en España sale muy rentable.

Las manifestaciones de García Herrero concluían con esta constatación: Si tuviéramos la misma fiscalidad que en Suecia, tendríamos 200.000 millones de euros más al año. Se acabarían los problemas de la deuda y los recortes.

+@Un vecino graba a policías de Cádiz que se quedan con la fruta requisada en la calle

DdA, IX/2.248

No hay comentarios:

Publicar un comentario