viernes, 2 de noviembre de 2012

EL ESTADO DE ARTUR MAS




Lazarillo

Muy suculenta la información aportada en Kaos en la Red acerca de los datos facilitados por Hervé Falciani y Heinrich Kieber, dos empleados bancarios que pusieron en jaque la connivencia de los Estados europeos con las grandes fortunas. Falciani, como se sabe, era ingeniero informático del HSBC Private Bank en Ginebra y descubrió una gigantesca red de evasión fiscal que sumaba 130.000 cuentas, 18.000 de las cuales son francesas, italianas y españolas. El pasado 1 de julio, Hervé Falciani fue detenido en el puerto de Barcelona y desde entonces permanece preso en la cárcel de Valdemoro, a la espera de que la Audiencia Nacional dictamine sobre su extradición a Suiza acusado de un delito de revelación de secreto bancario, delito que no existe en España, según apuntan sus abogados.

En 2002 fueron descubiertas 200 cuentas opacas de ciudadanos españoles al Lienchtenstein Global Trust Group (LGT). Hacienda instó a regularizar la situación a 67, de los cuales sólo un 20% lo han hecho. Entre los pillados destacaban siete ciudadanos catalanes con depósitos no declarados al paraíso fiscal. Se trata de Josep Bas Puig, empresario catalán del sector químico (fraude de 4,2 millones); Luis Gari Sentmenat, administador de una empresa náutica en Barcelona (fraude de 7′98 millones); el arquitecto barcelonés Alfredo Arribas (fraude de 311.471 euros); Enrique Clapers Alegre, del alta sociedad catalana (fraude de 296.905 euros); el empresario del sector de la decoración Jaume Graells (fraude de 1,2 millones de euros) o el auditor vinculado al sector editorial Jorge Sierra Arrayán (fraude de 313.442 euros). El séptimo de los catalanes pillados resultó ser Artur Mas Barnet, padre del actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, por un fraude de 823.262 euros. De la cuenta era beneficiario en 2002 el mismo Artur Mas hijo, entonces consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, y aspirante últimamemente a que su país, Cataluña, logre la condición de Estado independiente, aunque Mas debería sentir una cierta vergüenza al entonar Els Segadors.

En la misma operación también resultarán expedientados el cantautor Alejandro Sanz –paladín de la lucha contra la piratería informática-, el industrial vasco Alejandro Legarda (director de la CAF) y Carlos Meier (exdirector de Segundamano y fundador del Instituto de Empresa). Estos casos no fueron descubiertos por investigaciones de la Hacienda pública, no, sino por filtraciones, compraventas de discos y otros soportes digitales y casualidades. En el caso de las cuentas al LGT de Lienchenstein, el origen es la venta de los datos de 5.828 evasores (con un patrimonio total de 5.000 millones de euros) realizada por un trabajador de la entidad financiera, Heinrich Kieber, a los servicios secretos alemanes por 5 millones de euros. Entre ellos, constaban 67 defraudadores del Estado español expedientados. Alemania facilitó entonces los datos a trece países. De Heinrich Kieber se dice que es "el hombre más odiado por los millonarios" y que en Internet se ofrecen 7 millones de euros a quien acabe con su vida.


DdA, IX/2.221

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