Lazarillo
Muy suculenta la información
aportada en Kaos en la Red
acerca de los datos facilitados por Hervé Falciani y Heinrich Kieber, dos
empleados bancarios que pusieron en jaque la connivencia de los Estados europeos
con las grandes fortunas. Falciani, como se sabe, era ingeniero
informático del HSBC Private Bank en Ginebra y descubrió una gigantesca
red de evasión fiscal que sumaba 130.000 cuentas, 18.000 de las cuales son
francesas, italianas y españolas. El pasado 1 de julio, Hervé Falciani fue
detenido en el puerto de Barcelona y desde entonces permanece preso en la
cárcel de Valdemoro, a la espera de que la Audiencia Nacional
dictamine sobre su extradición a Suiza acusado de un delito de revelación de secreto bancario,
delito que no existe en España, según apuntan sus abogados.
En 2002 fueron descubiertas 200 cuentas opacas de
ciudadanos españoles al Lienchtenstein Global Trust Group (LGT).
Hacienda instó a regularizar la situación a 67, de los cuales sólo un 20% lo
han hecho. Entre los pillados destacaban siete ciudadanos catalanes con depósitos
no declarados al paraíso fiscal. Se trata de Josep Bas Puig, empresario catalán
del sector químico (fraude de 4,2 millones); Luis Gari Sentmenat, administador
de una empresa náutica en Barcelona (fraude de 7′98 millones); el arquitecto
barcelonés Alfredo Arribas (fraude de 311.471 euros); Enrique Clapers Alegre,
del alta sociedad catalana (fraude de 296.905 euros); el empresario del sector
de la decoración Jaume Graells (fraude de 1,2 millones de euros) o el auditor
vinculado al sector editorial Jorge Sierra Arrayán (fraude de 313.442
euros). El séptimo de los catalanes pillados resultó ser Artur Mas Barnet, padre del actual presidente de la Generalitat, Artur
Mas, por un fraude de 823.262 euros. De la cuenta era beneficiario en
2002 el mismo Artur Mas hijo, entonces consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, y aspirante últimamemente a que su país, Cataluña, logre la condición de Estado independiente, aunque Mas debería sentir una cierta vergüenza al entonar Els Segadors.
En la
misma operación también resultarán expedientados el cantautor Alejandro Sanz
–paladín de la lucha contra la piratería informática-, el industrial vasco
Alejandro Legarda (director de la CAF) y Carlos Meier (exdirector
de Segundamano y fundador del Instituto de Empresa). Estos casos no fueron
descubiertos por investigaciones de la Hacienda pública, no, sino por filtraciones,
compraventas de discos y otros soportes digitales y casualidades. En el caso de
las cuentas
al LGT de Lienchenstein, el origen es la venta de los datos de
5.828 evasores (con un patrimonio total de 5.000 millones de euros) realizada
por un trabajador de la entidad financiera, Heinrich Kieber,
a los servicios secretos alemanes por 5 millones de euros. Entre ellos,
constaban 67 defraudadores del Estado español expedientados. Alemania facilitó
entonces los datos a trece países. De
Heinrich Kieber se dice que es "el hombre más odiado por los
millonarios" y que en Internet se ofrecen 7 millones de euros a
quien acabe con su vida.
DdA, IX/2.221
No hay comentarios:
Publicar un comentario