jueves, 19 de julio de 2012

NO PODEMOS, NI QUEREMOS, NI NOS CORRESPONDE PAGAR ESTA DEUDA



Ana Cuevas


No creo que ningún médico recomendara una terapia de hachazos para curar a un enfermo. Eso sería un crímen que convertiría al presunto sanador en un asesino cruel y despiadado. Sin embargo, cuando el paciente es el Estado y los galenos la casta política que nos infesta, todavía persisten los alegatos de los empecinados defensores del desmembramiento colectivo. Es algo que no alcanzo a entender.

No hace falta saber de medicina ni ser economista para deducir que, tras una agresión de este calibre, al cadáver del Estado no lo resucita ni Cristo. Pero ahí están ellos, conversos y adoradores del Nuevo Orden financiero, justificando la masacre contra el pueblo con la promesa de un crecimiento que saben que no se puede dar por esa senda de espinas. Mucho menos sometiéndo a la ciudadanía a un régimen de anoxia financiera que precipitará nuestra caída en el vacío.

Lo saben. Igual que saben que no podemos pagar la infausta deuda aunque todos los españoles trabajaramos gratis durante la próxima década. Entonces ¿para qué tanto sufrimiento, tanta crueldad injusta e injustificada? No nos equivoquemos. El PP actúa como cabría esperar de los buenos ultraliberales. Defienden a sangre y fuego la doctrina del euro. Eso sí, aportando un aire racial de sadismo facha a sus medidas.

Pero el PSOE también dió un giro a su política para cumplir los mandados de Bruselas traicionando a gran parte de su electorado y a su propio origen obrero. Y no olvidemos que para ello contó con el respaldo de CCOO y UGT. ¿Qué conclusión podemos extraer de todo esto? Que la maquinaria bipartidista no contempla más opciones que el sacrificio social al dios euro y el resto del personal anda bastante descolocado.

¿Significa que estamos perdidos? Depende de que la izquierda ( incluyendo a los socialdemócratas críticos y a los sindicatos) reflexione y comprenda que para evitar el óbito debemos salir del euro. Que empujemos juntos para convencer a la sociedad de que romper con la moneda única no es el fin del mundo como auguran los voceros del sistema. Volver a la peseta es una decisión valiente y arriesgada que acarreará muchas dificultades. Vamos a sufrir seguro. Pero además de ser inevitable servirá para romper con la vorágine destructiva que nos consume. Y sobre todo para recuperar la soberanía y la política económica que ahora están en manos ajenas. Volver a ser los dueños de nuestro destino, sea cuál sea.

Antes que abonar la minuta de las orgías que se han corrido los tiburones financieros está la vida de la gente. Las deudas, cuando no se puede, no se pagan. Y ésta en particular no la vamos a pagar. No nos corresponde. No podemos. No queremos. Ni en euros, ni en pesetas. A ver si nos vamos enterando ya.

UNA JUBILADA ESPAÑOLA DENUNCIA A BANKIA EN EL FINACIAL TIMES
Benita Pastor
, jubilada de 75 años de edad residente en Madrid, ha conseguido este miércoles algo poco usual en una persona de su edad: publicar una carta al director en 'Financial Times'. Bajo el título: "El fiasco bancario español socava la fe de los pequeños ahorradores", Pastor cuenta cómo "después de las celebraciones temporales del Campeonato de Europa de Fútbol, España se enfrenta a una difícil situación. Los bancos están siendo rescatados y la recesión está en su punto álgido". Benita asegura ser "un ejemplo de los muchos españoles que han perdido la fe en su país. Soy una mujer de 75 años de edad y tenía todos mis ahorros en Bankia. Este banco privado nació en 2011 tras la fusión de varios bancos públicos, incluyendo Caja Madrid, mi banco durante más de 50 años. El año pasado, recibí una llamada de mi sucursal y compré participaciones preferentes de Caja Madrid. No se me explicaron las condiciones de este producto financiero, que se me vendió como un depósito a plazo fijo de cinco años. Hoy en día, sé que fui engañada y mis ahorros se han reducido a la mitad de su valor según el precio de mercado".+@Vozpópuli

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