jueves, 19 de abril de 2012

A TIROS, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO


Camilo José Cela Conde

De pronto, pegarse un tiro en el pie o dirigirlo hacia un elefante parecen haberse vuelto referencias inevitables en las columnas y comentarios de este —por ahora— reino de España. Hasta el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, usó la metáfora para echar en cara a la presidenta Kirchner la expropiación de YPF aunque luego pidiese disculpas. Mejor habría sido hacerlo sin más, dando el asunto por zanjado, pero al señor ministro le pareció conveniente añadir que cuando comentó lo del tiro en el pie que se había dado Argentina no albergaba segundas intenciones, con lo que volvió a estropearlo. Vamos, hombre; la inmensa mayoría de los ciudadanos, la de quienes leen el diario, oyen la radio o ven la televisión, entendió muy bien de dónde había sacado la ocurrencia.

Es ése el problema: que seguimos aferrados al ingenio fácil en tiempos que necesitan de mayores esfuerzos. A quienes estaban hace una semana en contra de la caza de animales, ya sean pequeños o grandes —colectivo en el que me cuento—, les habrá hecho muy poca gracia saber que se enseña a los niños a disparar y se contratan expediciones para pegar tiros a cualquiera de los cinco grandes —elefante, búfalo, rinoceronte, león y leopardo.

Dicen que quien logra abatir a todos ellos pasa a formar parte de un club muy exclusivo, aunque, a decir verdad, por lo que destacarán sin duda sus miembros es por disponer de una cantidad inmensa de dinero y pocas ideas para gastárselo en algo mejor. Pero esa historia que, en su versión más tolerante, parece sacada de un cuento de Hemingway tiene muy poco que ver con los problemas actuales que tenemos planteados los españoles. Ésos que seguirán siendo igual de inquietantes dentro de unos días cuando no quede ya chiste alguno que hacer circular por Internet.

Si nuestra clase política dedicase parecidos desvelos a arrimar el hombro, es decir, a entender de una vez por todas que no vamos a salir del lío económico, presupuestario e institucional en que estamos metidos salvo que empujemos todos en la misma dirección, mejor pintaría el futuro próximo. Pero por razones que me resultan difíciles de comprender, el único asunto en el que han coincidido Gobierno y oposición no ya en los últimos meses sino en las últimas legislaturas es el de poner el grito en el cielo por la expropiación de la filial argentina de Repsol. Y en lo del elefante.

Lo que cualquiera de los partidos políticos del país, comenzando por los dos más grandes, pueda decir en términos de indignación, censura, exigencia y rechazo será material de gran interés para la revista satírica El Jueves pero poco más. Señores, que tenemos la amenaza del rescate con el aliento en la nuca y todo lo que se nos ocurre es decir que van a recortarse gastos ya casi inexistentes. ¿Tan difícil sería que se sentasen, incluso a escondidas, socialistas y populares a la misma mesa y entendieran que o bien se levantan de ella con un acuerdo razonable o aquí va a ser imposible que logre levantarse nadie?

No hay comentarios:

Publicar un comentario