miércoles, 18 de abril de 2012

LA SALUD Y LOS TELÉFONOS MÓVILES: UNA CUESTIÓN DE FE O CONFIANZA


Alejandro Prieto

Cuando una hija pregunta si el uso de los teléfonos móviles y las redes inalámbricas (wi-fi) pueden ser causa de trastornos o enfermedades, el abanico de respuestas es bastante limitado, al menos para quienes somos profanos en la materia. Bien se recurre al no tengo ni idea, o se procura facilitar algo de luz a la cuestión dejada en el aire, opción esta última con la que es probable acabar sumergido en un mar de dudas, en un laberinto inextricable. Y no sólo por la cantidad de información disponible en Internet acerca de la incidencia de las radiaciones electromagnéticas en la salud pública, sino y, principalmente, debido a los pronunciamientos, opiniones y estudios de organismos u expertos en uno o en otro sentido.

Por ejemplo, por una parte, uno puede leer que la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) señala que hay suficientes indicios o niveles de evidencia científica de efectos biológicos nocivos como para invocar la aplicación del principio de precaución y de medidas eficaces, preventivas urgentes. Y, por otra, a criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), parece ser que no hay motivos para alarmarse, aunque tampoco se descarta o niega de manera rotunda la existencia de repercusiones negativas en la salud de las personas, pues dependerá de los resultados que vayan arrojando las investigaciones efectuadas al respecto.

Además, abundan las noticias referentes a las medidas llevadas a cabo por las autoridades de algunos países o regiones para limitar o disminuir el uso de tecnología wi-fi en espacios públicos como pueden ser centros escolares, residencias de ancianos, bibliotecas u hospitales, así como las relativas a la disparidad que se da entre los niveles de potencia permitidos en unos u otros territorios que, sin ir más lejos, puede oscilar entre los 0,1 microvatios por centímetro cuadrado en Castilla la Mancha y los 450 microvatios en otras zonas de España. O sea que, al igual que sucede con los alimentos transgénicos, por el momento, el dilema queda en manos de la fe o la confianza de los ciudadanos.

Ante la visión fugaz de un objeto volante no identificado (OVNI) por parte de un grupo de personas, es normal que existan versiones o percepciones distintas o encontradas. Y, por lo visto, en un tema de ciencia como este, también sucede lo mismo.

COLLAGE DE VOCES DE SUS AMOS
Los medios trabajan, como todo el mundo, para quién le da de comer. No existe la libertad de prensa, ni la pluralidad informativa, sino la libertad de las empresas para enriquecerse en el mercado informativo. Julio Anguita

CACERÍA EDUCATIVA
Ahora ya estamos en la tercera fase. Tres mil millones menos para masificar, desinvertir, recentralizar y precarizar la educación pública. El objetivo es una red pública barata y asistencial de la que puedan salirse aquellos que puedan pagar y optar por una red de educación privada generosamente subvencionada y fuera de cualquier control público en cuanto al acceso o la gestión. No se equivoquen, donde la derecha dice calidad, en realidad quiere decir élite…
Antonio Losada

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