martes, 17 de abril de 2012

EL CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS SÍ TIENE QUIEN LO ESCRIBA


El Coronel retirado del Ejercito, Amadeo Martínez Inglés, acudió a las diez y media de la mañana del 16 de abril de 2012 al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, respondiendo a la citación recibida el día 23 de marzo, para declarar como imputado en un presunto delito contra la Corona, en relación con un artículo publicado el 12 de diciembre de 2011 en el periódico digital Canarias Semanal, titulado ¿Por qué te callas ahora?, en el que interpela a Juan Carlos de Borbón acerca de los presuntos delitos económicos en los que parece estar implicado el marido de la hija mayor del monarca, Iñaki Urdangarín. El coronel Martínez Inglés saluda y agradece la presencia de algunas personas ante la Audiencia Nacional para mostrarle su apoyo.

En la mañana más fría de esta primavera invernal que padecemos el Coronel acudió al juzgado, situado en la madrileña calle de Génova justo enfrente de la sede central del PP, ataviado con el uniforme reglamentario, banda azul de Estado Mayor, gorra del cuerpo de paracaidistas y las muchas medallas y condecoraciones recibidas durante su larga carrera militar. En la puerta le esperaban un puñado de ciudadanos, con carteles y banderas republicanas, testimoniando su solidaridad. Pese al indudable interés del caso, ni una sola cámara de televisión y tan solo un par de periodistas entre los concentrados.

(Hace unos años, no mucho, el coronel Martínez Inglés publicó La transición vigilada, un libro que fue retirado del mercado a los 15 días. En 1990 estuvo cinco meses arrestado en la prisión militar de Alcalá de Henares por “defender la idea de crear unas fuerzas armadas profesionales”, y se le apartó del servicio activo justo cuando iba a ser ascendido a general).

Resulta que la citación recibida por el coronel retirado Amadeo Martínez Inglés iba dirigida al señor Amadeo Martínez Iglesias por lo que, una vez en presencia del juez, el imputado explicó que ese no es su nombre y que su presencia en el juzgado había que interpretarla como un acto un buena educación y un deseo de colaborar con la justicia.

Después de lo cual, el coronel retirado salió del juzgado, saludó a los concentrados, les dijo “que sepáis que queda un día menos para la República” y –a cuerpo y exhibiendo uniforme y condecoraciones- avanzó contra el frío polar, calle Génova arriba, ante la sorpresa de los peatones, que se volvían a su paso. Alguno incluso se acercó a saludarle.

Crónica Popular

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