lunes, 5 de marzo de 2012
EL OPTIMISMO VITALISTA DE HUGO CHÁVEZ
Félix Población
Me parece que ya es hora de considerarlo, dejando aparte las simpatías o antipatías que pueda despertar la personalidad del presidente venezolano aquende y allende la Mar Océana. A lo largo de los últimos siete u ocho meses, desde que se le detectara un tumor canceroso del que fue operado en La Habana, Hugo Chávez Frías ha dado sobradas muestras de una optimista vitalidad en cada una de sus comparecencias públicas, ya sea para informar del proceso que sigue su enfermedad, ya sea para dar cuenta de las gestiones de su gobierno, pues el presidente bolivariano ha mantenido un alto nivel de actividad a pesar de su afección.
El hecho de que Chávez llevara tan dinámica ejecutoria y se mostrara tan pugnaz como siempre con vistas a los comicios de octubre, hacía prever -a pesar de los malos augurios que sobre su salud se alimentaban en los círculos de la oposición- que nada podría evitar su previsible victoria en las urnas, avalada por ese 58 por ciento de ciudadanos que lo apoyan en las encuestas. Sin embargo, hace poco más de una semana, saltó la noticia de que el presidente venezolano debería someterse a una nueva operación quirúrgica, operación verificada casi de inmediato y de la que ayer el propio Hugo Chávez informó a su país desde la capital cubana, a través de la televisión estatal de Venezuela.
El mandatario bolivariano expuso, con buena voz y el habitual ánimo entusiasta que le viene caracterizando durante toda su enfermedad, que su recuperación es franca y sostenida y que no quedan rastros de cáncer en su organismo. Dijo también que el tumor extirpado se encontraba en el mismo lugar que el extirpado anteriormente y ha sido una recurrencia del cáncer diagnosticado entonces. Según Chávez, los resultados de los estudios anatomopatológicos descartaron metástasis y otras lesiones. Anunció asimismo que debería someterse nuevamente a un tratamiento de radioterapia.
Según estas declaraciones, se tiene la impresión de que el presidente venezolano -como hiciera antes de esta segunda intervención quirúrgica- mantendrá sus habituales actividades al frente del gobierno y su participación con previsión de victoria en las próximas elecciones. No obstante, en un almuerzo celebrado en la embajada de Venezuela en España, el embajador de este país se ha mostrado tan discreto como esperanzado ante los periodistas que concurrieron al mismo, sin poder evitar el titular que mi estimado colega Luis Díez da a su crónica en Cuarto Poder a cuenta del imprevisible proceder de las células del primer mandatario: Hugo Chávez decidirá en agosto si se retira o participa en los comicios de octubre.
A la espera de esa certificación en uno u otro sentido, me reitero en elogiar la positiva actitud que el presidente venezolano está manteniendo como paciente y el ánimo vitalista y resuelto con el que se está enfrentando a su enfermedad. Se podrán buscar todo tipo de argumentos políticos para justificar esa actitud por parte de sus adversarios, pero de lo que no debería caber duda es de lo fundamental: que Chávez está dando con su comportamiento una talla humana encomiable, pues su lección de lucha optimista y batalladora contra el cáncer así lo demuestra.
No me cabe duda de que quienes mejor podrán apreciar esto serán todos aquellos enfermos que están en sus mismas o parecidas circunstancias y a los que pocas veces les puede llegar un mensaje de estimulante vitalidad tan necesario, público y notorio como el del primer mandatario venezolano. Viviremos y venceremos, dice Chávez.
+@Venezuela y el cáncer del socialismo. (PiensaChile).
+@Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra. (Vídeo).
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