Félix Población
Parece que tanto el Partido Popular como el PSOE van a volver a utilizar a sus líderes carismáticos, Aznar y González, en los mítines electorales que se avecinan. Felipe ofreció su concurso a Rubalcaba y quedó a sus órdenes, para lo que gustara mandar -ahora se dice que puede llegar ser el próximo presidente del PSOE-, y Aznar adelantó ayer, en la convención política de su partido que se celebra en Málaga, su leit motiv más recurrente cada vez que el PP busca los votos: Chemary sigue creyendo que ETA se los puede dar, algo que a poco que insista puede hasta deparar votos al Partido Socialista, por lo impresentable de tal argumento.
La presencia y participación de don José María en la convención fueron muy celebradas por la militancia conservadora, que se mostró sumamente satisfecha con su auténtico líder y presidente cuando éste se refirió a las cesiones y súplicas que el Gobierno le está haciendo a la banda terrorista para que cese en su acción armada, una declaración insostenible en quien estuvo dispuesto en 1998 a ser generoso -según expresión textual- con el movimiento de liberación vasco -también cita textual- si este (ETA) abandonaba la violencia.
Remontémonos al pasado, con la ayuda de un documentado comentarista del diario Público que hoy expone esta minuciosa referencia con respecto a la política antiterrorista de José María Aznar y sus gobiernos y que resumo en los substancial en estos links:
La otra tregua http://www.youtube.com/watch?v=IoI3Du90f_M
La otra tregua http://www.youtube.com/watch?v=cCZemdlCWwc&feature=related
El PP redujo condena a Iñaki Bilbao que volvió a asesinar http://www.youtube.com/watch?v=EsxF1GC9K9w
http://www.lasmalaslenguas.es/reportajes/claudicacion/
Josu Imaz cuenta la verdad sobre la tregua de ETA http://www.youtube.com/watch?v=a8TIXPjhxiI&feature=player_embedded#!
Todo esto, que está a disposición de quien quiera comprobarlo y/o complementerlo en las hemerotecas, no evitó que ayer Aznar recurriera una vez más a atacar la política antiterrorista del Gobierno como sucio argumento electoralista, algo que debería ser inconcebible en un partido de la oposición con posibilidades de volver a gobernar y que el PSOE nunca utilizó. En primer lugar, porque según entendió Rajoy en la segunda legislatura y no en la primera, el papel de un partido opositor mayoritario es colaborar con el Gobierno en un asunto de Estado que tanta sangre ha costado al país. En segundo lugar, porque la política antiterrorista del Gobierno a lo largo de estos siete últimos años ha logrado reducir a ETA a su mínima expresión y con un balance mínimo de víctimas, dándose la posibilidad nunca tan próxima y previsible de que el terrorismo etarra toque a su fin. En tercer lugar, porque por el bien de todos y del propio ejecutivo que sustituya al actual, iniciar una gobernación sin ETA sería un logro histórico que no solo al actual sino a todos los gobiernos que combatieron a la banda les toca compartir.
Cuentan las crónicas que ayer, una vez Aznar abandonó el estrado del Palacio de Exposiciones y Congresos de Málaga entre el fervor de la militancia, la organización hubo de recurrir a la megafonía para que no quedara despoblado el auditorio ante la sesión plenaria que constituye, según el programa electoral del Partido Popular, su más importante objetivo: Estabilidad y reformas para el empleo. La llamada no tuvo sus efectos, pues cuando el atildado Montoro inició su intervención, las gradas estaban prácticamente vacías. Llama asimismo la atención que el tiempo empleado por los seis ponentes para tratar asunto tan arduo y principal como la estabilidad financiera y el empleo no superase los cinco minutos por intervención.
Está visto que el inminente final de ETA con el gobierno de Zapatero, más que como un bálsamo de paz y convivencia para España, es para el PP toda una obsesión, capaz de llenar el aforo de sus convenciones políticas y turbar incluso sus sueños de victoria, basados en una política de empleo que desaloja esas mismas gradas y se despacha con ponencias de cinco minutos
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