jueves, 23 de junio de 2011
VÁNDALOS EN LA CUMBRE DEL PICO CERVERO
Félix Población
La gente a la que le gusta la montaña suele ser de lo más respetuosa con el entorno del que disfruta, pues además de cultivar la sensibilidad ecológica que esa querencia comporta, les va en ello preservar ese hondo placer y transmitirlo a las siguientes generaciones. Pocas veces, en los altos lugares frecuentados por los montañeros, encontraremos testimonios de estropicio, suciedad o cualquier otra variante de vandalismo al uso en otro tipo de parajes más a mano.
Recuerdo haber quedado muy impresionado la primera vez que visité La Honfría, ese magnífico bosque de robles y castaños centenarios que desde la localidad de Linares, en la provincia de Salamanca, asciende hasta el Pico Cervero. La amenidad, colores, olores y frescura del recorrido, sobre todo en otoño y primavera, se hacen especialmente gratos para quienes se lo toman con calma en las primeras horas del día.
Pero sin duda lo más atractivo de la ruta, como tantas veces ocurre, está al término de la misma, en la cima del monte (1.564 metros), a la que se llega después de una andadura de tres o cuatro horas. Desde allí se tiene una extraordinaria panorámica de las atractivas quebradas de la sierra de Quilamas en que se asienta el pico, así como de la Sierra de Francia en su conjunto, con la Peña sobresaliendo como perfil más alto. También se divisan, más distantes, las sierras de Béjar y Gredos, así como todo el campo charro manchado de encinares.
En la torreta que hay sobre la cumbre estaban ubicadas hasta ahora, orientadas según los cuatro puntos cardinales, otras tantas placas metálicas que permitían identificar por su nombre los topónimos del entorno. Nombrar lo que se admira es una de las formas más reconfortantes de identificarnos con la belleza de un paisaje y amarlo. A eso se le llama cultura.
Esto último no lo pueden comprender los vándalos que han destruido uno de los poyos de ladrillo y piedra en que se sustentaba una de las placas, orientada hacia la localidad de Tamames, con el propósito quizá de llevársela de botín y hacerlo así testimonio ostensible de su barbarie. Esos energúmenos tuvieron que servirse de una maza o herramienta similar para verificar su fechoría, por lo que debió guiarles el propósito deliberado de hacerla, no se sabe con qué objetivo.
Así han dejado constancia de que también hasta las cumbres, donde más se aviva la sensibilidad para gozar del aire, la luz y la más alta dimensión del paisaje, llegan las infames y degradantes exhibiciones de la bruteza más mostrenca e incivil.
COMENTARIO A PIE
Si un día de visita en un chalet de por allí nos encontramos una placa de hierro orientada al horizonte, que indica los nombres de los montes y pueblos que se divisan, pensaremos en la buena idea que tuvo el culto propietario al ponerla ahí. Pero después de lo que cuentas, siempre quedará la duda de si la cultura es una fachada de prestigio que oculta la falta de escrúpulos de los que sintiendose poderosos se creen con derecho a todo.
Folía
3 comentarios:
Si un día de visita en un chalet de por allí nos encontramos una placa de hierro orientada al horizonte, que indica los nombres de los montes y pueblos que se divisan, pensaremos en la buena idea que tuvo el culto propietario al ponerla ahí. Pero después de lo que cuentas, siempre quedará la duda de si la cultura es una fachada de prestigio que oculta la falta de escrúpulos de los que sintiendose poderosos se creen con derecho a todo.
Perdón por el atracu;-)
saludos Bernardo,creo que si no me equivoco somos parientes yo soy l.bernardo-orviz tresguerres y vengo de la bobia-sanmamés-santa barbara....jejeje saludos camarada.
ya te leí en publico(un gran comentariu sobre los grandes olvidados...es una verguenza lo sé)
solo entré a saludate.
Un saludo cordial, La diseño.
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