lunes, 9 de mayo de 2011

NO SOMOS MERCANCÍA EN MANOS DE POLÍTICOS Y BANQUEROS


Félix Población

El lema de la manifestación prevista en España para el 15 de mayo se gestó en una conversación entre amigos de Facebook: Democracia real ya: no somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Esto significa, ante todo, que al margen de sindicatos y partidos mayoritarios, esta sociedad no es tan pasiva como se llega a pensar o se nos hace creer. El grado de hartazgo y descontento social de la ciudadanía, ante la falta de soluciones que la defiendan de la vigente crisis económica, puede encontrar cauces de oposición crítica y resistencia capaces de impulsar estas convocatorias.

Democracia Real Ya figura como grupo propulsor de la cita del próximo domingo, a través de Facebook, Tuenti, Twiter y otras redes sociales, con un resultado muy estimulante de seguimiento: varias semanas antes de la cita, está previsto que la convocatoria se celebre en 32 ciudades del país. Sus organizadores tienen muy claros los motivos que la impulsan. Se trata de una iniciativa ciudadana en defensa de los parados, los jóvenes y los trabajadores con empleos precarios. Este es un foro común anticapitalista, al margen de partidos y sindicatos, impulsado por el hartazgo hacia los canales tradicionales de participación política, cada vez más desprestigiados.

Junto a Democracia Real Ya están en el empeño de que los ciudadanos se asomen masivamente a la calle ese día, como ocurrió con la juventud precaria en Portugal o en los países árabes del sur del Mediterráneo, Estado de Malestar y Juventud sin Futuro. Esta última, una agrupación de asociaciones universitarias de izquierda, ya organizó el pasado 7 de abril una manifestación en Madrid contra la reforma laboral, la reforma del sistema de pensiones y la mercantilización de la educación pública.

A falta de saber el resultado final que tendrá la que en principio parece puede ser la más ambiciosa concentración promovida en España por medio de las redes sociales, es muy significativo que paulatinamente el grado de hartazgo y descontento entre los sectores más afectados por la crisis económica -jóvenes sobre todo y desempleados-, incremente su testimonio presencial en las calles desde las plataformas virtuales en que gesta y organiza sus convocatorias.

Cada vez es más patente que la maquinita electrónica que tenemos en nuestras casas, en lugar de encastillarnos en el aislamiento, puede llegar a asociarnos para defender los derechos sociales seriamente amenazados por el capitalismo neoliberal. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Estas iniciativas germinales lo demuestran, además de alumbrar un porvenir regenerador sumamente necesario por su vocación de resistencia crítica.

+Información en el último número (149) de Diagonal.

+@Está pasando. ¿Lo estamos entendiendo? (Pueblos, Isaac Rosa).

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