martes, 29 de marzo de 2011
LAS ALCANTARILLAS DEL PODER Y EL SEXO DE LA MONARQUÍA
Lazarillo
Entre los libros del periodista Fernando Rueda, especialista en asuntos relacionados con el espionaje, figura uno que fue el primero, titulado La Casa, en donde el autor habla de los servicios de inteligencia de España.
Visto que la obra fue un éxito comercial, Rueda ha vuelto al tema con Las alcantarillas del poder, de reciente publicación, en donde se analiza un centenar de operaciones de nuestros servicios secretos a lo largo de los últimos 35 años, periodo que abarca la vigente monarquía constitucional, cuyo sexo también ocupa y posiblemente sea una parte fundamental para que el libro se venda bien.
Sobre todo si -como acaba de hacer Vanitatis en su edición de hoy- los colegas de Fernando airean partes de su contenido que tienen relación con tan preservadas intimidades. Es el caso del ingreso en la Casa Real de la futura reina consorte de España, Leticia Ortiz Rocasolano, para lo cual el currículo de la aspirante hubo de ser previamente investigado, en evitación de que servicios de espionaje extranjeros o determinadas mafias pudieran chantajear al país o encontrar alguna debilidad. En este sentido, según Rueda, se habrían retirado los informes médicos para que nadie se pudiera hacer con esa información.
Recordemos que Isidre Cunil, en su libro Letizia Ortiz: una republicana en la corte de Juan Carlos I, aventuraba la hipótesis de que en ese supuesto informe aparecería una presunta detención de la princesa por posesión de hachis y su ingreso en un hospital mexicano para practicarle un aborto. Rueda pone en duda que Cunil haya podido verificar esa información, pues en tal caso habría aportado la documentación correspondiente. Ese informe -como probablemente otros vinculados con Ortiz, Urdangarín o Marichalar-, de haber existido, podría basarse en informaciones exclusivamente verbales, sin posibilidad de dejar rastro, que son -a jucio de Rueda- las que le habrían llegado al rey.
En relación con el soberano, un capítulo de Las alcantarillas del poder que llamará mucho la atención y la curiosidad de los lectores será el que tiene por protagonista a la actriz Bárbara Rey, que hubo de soportar una presunta intervención del CESID en su propia casa. Lo que se dijo al respecto fue que la operación se realizó con objeto de requisar material escabroso en el que estaba implicada una alta personalidad del país.
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