miércoles, 2 de febrero de 2011

ANIVERSARIOS DE LA REPÚBLICA Y DEL 23-F



Félix Población

Cada vez se tiene por costumbre más arraigada conmemorar aniversarios que se cuentan por decenios. Este año se cumplen treinta del intento de golpe de Estado del 23-F, la más oprobiosa fecha de la Transición, y ochenta de la instauración de la segunda República, aniquilada por el golpe de Estado del general Franco del 18-J de 1936, precedente en el que los golpistas de hace seis lustros se inspiraron.

El presidente del Congreso, con motivo del 23-F, va a cursar una invitación a los diputados que estuvieron presentes en el hemiciclo y soportaron el secuestro del teniente coronel Tejero en aquella fecha, algunos de los cuales todavía siguen en activo. Hace cinco años, con motivo del cuarto de siglo de la intentona, la conmemoración se limitó a la lectura de un texto institucional, pero esta vez José Bono pretende que concurra al acto el mayor número de diputados que estaban en sus escaños en aquella bochornosa jornada.

Dado ese interés por parte del presidente, es muy posible que tengamos oportunidad de ver en el acto a tres de los parlamentarios que por edad y condición no sólo vivieron aquella fecha desde una perspectiva muy distinta, sino que también experimentaron la del 18-J/36 desde posiciones antagónicas. Hablo, claro está, de Manuel Fraga, Santiago Carrillo y Blas Piñar.

Izquierda Unida y Esquerra Republicana se han mostrado conformes con la celebración de ese aniversario. Dicen que así se viene a recordar a las jóvenes generaciones el oprobio y la vergüenza de la Cámara. Que ambas formaciones hayan solicitado la misma sensibilidad a Bono para conmemorar el octogésimo aniversario de la segunda República por todo lo contrario, es de suponer que caerá como propuesta en saco roto, pues es sabido que la bandera tricolor ya fue desterrada por don José del Congreso, aunque esa enseña represente el precedente histórico de la democracia en España.

Coincido con el senador Anasagasti en que convocar un acto para recordar el 23-F, por ilustrativo que pueda ser como fecha de oprobio y de vergüenza para quienes no lo vivieron, es improcedente por vacío e hipócrita. Al menos hasta que a esa fecha no la llene de contenido una exhaustiva y objetiva documentación que deje claro por qué aquel oprobioso y vergonzoso espectáculo del Congreso secuestrado fue posible y mantuvo al país en vilo durante demasiadas horas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BONO SE DECANTA
SOCIALISTA ASI HACEN LA INTERNACIONAL SOCIALISTA QUE ADMITE A BEN ALI Y A MUBARACK Y AL VENEZOLNAO AQUEL AMIGO DE FELIPE

Babi dijo...

Oprobio y vergüenza da que se pretenda mostar el oprobio vergüneza de ese pasaje de nuestra historia a las jóvenes generaciones y estas no tengan casi ni idea de lo que fue la República, el periodo cultural más vivo de la historia de España.

Carlos dijo...

o estaba en Barcelona en aquella época. Recuerdo que hubo algo que me sorprendió. Yo leía un periódico [no recuerdo cuál] y el domingo anterior [lo leía muy detenidamente después de desayunar tempranin un croissant de una panadería que nunca volví a tomar otro igual] el caso es que leí, y me sorprendió, que se había visto comer en un restaurante de Lérida a dos diputados del ala izquierda [creo recordar que decían que eran Mújica y Solé Tura] con Alfonso Armada, y la sorpresa del articulista no era que estuviesen hablando y comiendo, era de por qué lo hacían en Lérida. Luego unos días después del 23-F lo recordé [no fui rápido en reflejos] y me sorprendió que el mismo periódico no hiciese mención alguna de aquella gacetilla. El caso es que me temo que no sabemos lo que pasó realmente antes y apenas durante.

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