miércoles, 1 de diciembre de 2010

WIKILEAKS Y LA DICTADURA DE LOS MERCADOS


Lazarillo

Leo en la prensa que nadie sabe donde se encuentra actualmente Julian Assange, fundador del portal de Internet Wikileaks que dejó al descubierto la documentación secreta del Departamento de Estado norteamericano referente a las relaciones diplomáticas y que tan a lo claro expone el poder del Imperio en nuestro planeta. Pasado mañana, la revista Time publicará una interviú con Assange que de seguro nutrirá al día siguiente las portadas de los principales periódicos, porque es muy probable que su protagonista adelante en la misma algo del próximo capítulo de Wikileaks dedicado a los bancos.

Mientras los medios de todo el mundo se siguen haciendo eco de información aportada por el mencionado portal, la Interpol acaba de emitir oportunamente una orden internacional de detención contra Julian Assange por unos presuntos delitos sexuales en Gotemburgo, Suecia. A esto hay que añadir el grado de excitación patriótica que las filtraciones de Wikileaks ha despertado en determinados comunicadores norteamericanos, como ese presentador de un canal de televisión que reclama la ejecución o el encarcelamiento de por vida para quienes dan ese tipo de informaciones.

Jesús Maraña se pregunta hoy en un excelente artículo si estaríamos discutiendo ahora sobre la legalidad o no de las filtraciones o sobre los gravísimos problemas causados a la seguridad internacional a cuenta de la mismas, si en vez de proceder del gobierno norteamericano esas acciones de espionaje sobre mandatario de otras naciones, procedieran del gobierno cubano, el chino o el venezolano, y se calificara a Rajoy de derechista fascistoide o se encargase un informe psicológico sobre la salud mental de Aznar.

Supongan -dice Maraña- que se demuestra que los citados gobiernos utilizan a muchos de sus diplomáticos en el intento de presionar, sobornar o chantajear a empresarios, políticos, militares y jueces de aquellos países en los que mantienen embajadas. Supongan que entre las atribuciones de los diplomáticos de Venezuela en el extranjero figurase la de proponer una reunión con Hugo Chávez a cambio de que el país en cuestión acogiera a individuos secuestrados en cualquier lugar del mundo como presuntos terroristas sin pruebas y sin juicio previo. Supongan que un bloguero cubano o chino o venezolano, utilizando la libertad de expresión del ciberespacio, hiciera públicos 250.000 mensajes cruzados por sus embajadas y gobiernos con evidencias palmarias de la comisión de delitos contra un rosario de derechos fundamentales.

Quedamos a la espera de que lo que Wikileaks cuente sobre los bancos -si llega a contarlo- y que muy posiblemente sirva para completar lo que se deduce de lo hasta ahora filtrado: si hay gobiernos nacionales que son marionetas en manos del Imperio, todo parece indicar que se avanza hacia un gobierno mundial único regido por el dinero, la dictadura de los mercados, frente a la que habrá que articular la resistencia social que toda dictadura merece.


+@Wikileaks y el caso Couso (Olga Rodríguez).

+@Tercera Información ofrecerá traducidos otros documentos que los medios silencian.

+@Assange debería ser asesinado, según el asesor del Primer Ministro de Canadá.

+@La revolución de Julian Assange.


+@¿A quién beneficia la información difundida por Wikileaks?

1 comentario:

Anónimo dijo...

La sociedad de la información tiene que defender su misión de informadora de la sociedad y no hay secretos de estado que valgan cuando los estados contribuyen a configurar la dictadura del dinero.

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