Félix Población
Con motivo del término de su gestión al frente del gobierno de Colombia, dos diarios de nuestro país valoraban este fin de semana de modo muy distinto los ocho años de Álvaro Uribe como presidente de aquella república. Por el contraste entre ambos puntos de vista, no me resisto a glosarlos.
El primero corresponde al del diario El País, publicado ayer domingo, y lo firma Maite Rico, una redactora de ese periódico que hace su valoración desde Madrid bajo el titular Colombia, en la era del optimismo, con una entradilla así de triunfalista: El presidente saliente más popular de la historia reciente de Colombia entregó ayer el testigo al presidente entrante más votado en medio siglo. Entre los méritos que la periodista concede a Uribe está el de haber sacado a Colombia de la lista negra de los Estados fallidos, rescatándola de los grupos armados y el narcotráfico, y convirtiéndola en una de las economías emergentes más vigorosas.
En relación con los datos económicos, destaca el citado periódico los referentes al incremento de la inversión extranjera, las expectativas de crecimiento para el año en curso y el aumento de las exportaciones, aunque también se menciona que el desempleo en Colombia es el mayor de América Latina. Ninguna alusión, por lo tanto, a lo que el diario Público destacaba en la información de su corresponsal en Bogotá, Antonio Albiñana, el pasado sábado.
Resaltaba Albiñana al principio de su crónica que Uribe pasa a alojarse en la soledad de su apartamento/bunker en un complejo policial de alta seguridad con el fantasma de los más de 32.000 desaparecidos, cifra superior a la de todos los desaparecidos bajo las dictaduras latinoamericanas, a la que hay que sumar la de tres millones de desplazados, personas a las que los paramilitares y el caciquismo regional favorable a Uribe dejaron sin cinco millones de hectáreas de tierra.
El periodista reconoce la popularidad de Uribe, si bien considera que su gestión económica no pudo haber sido más negativa: al inicio de su presidencia, Colombia era el cuarto país más desigual de América Latina y hoy es el primero. El Gobierno reconoce que el 46 por ciento de la población está en la pobreza, una cifra que llega al 65 por ciento entre los campesinos y que alcanzaría el 71 si se suma a los pobres a los que están en riesgo de serlo.
Es esperanzador para aquel continente que la refriega mantenida hasta el final por Álvaro Uribe con Hugo Chávez, y que tan desastrosa podría haber sido para el porvenir latinoamericano, esté ahora en vistas de ser reparada por la buena voluntad entre el presidente de Venezuela y el nuevo mandatario colombiano, Juan Manuel Santos. En este sentido son muy estimulantes las declaraciones de Chávez instando a la guerrilla de las FARC a poner fin a su lucha armada.
Luce Santos el privilegio de haber sido el presidente entrante de Colombia más votado en medio siglo, según hace constar el diario El País. Este periódico ignoró en su día una información de la agencia EFE del pasado 24 de junio en las se afirmaba que el 60,9 por ciento de los venezolanos valoraba positivamente la gestión de su presidente, según una encuesta del Grupo de Investigación Social (GIS XXI).
Lo más provechoso para ambos países y para su entorno geopolítico sería que con un respaldo popular tan manifiesto, la política de los respectivos gobiernos tendiese a la convivencia antes que a la hostilidad, porque los pueblos son enemigos de las guerras, bien lo sabe el de Colombia que padece una desde hace casi medio siglo.
2 comentarios:
Es importante tener en cuenta esos matices a la hora de diferenciar periódicos, aunque conozco a muchos primeros lectores de Público que han dejado de serlo después de que Escolar dejara la dirección.
Ni uno ni otro periódico me convencen. Espero que internet los pona en su sitio.
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