jueves, 22 de julio de 2010

LA ALCALDESA DE GIJÓN Y EL ALCALDE DE SALAMANCA


Lazarillo

Como buen conocedor de las ciudades mencionadas, me permito hacer referencia hoy a sus respectivos alcaldes, pues ambos tienen en común algunas cosas y se diferencian, sin embargo, en una fundamental que acaba de ser noticia: mientras la alcaldesa de Gijón preside uno de los ayuntamientos más transparentes de España, según estadística recién publicada, el alcalde de Salamanca ocupa en esa lista una de las últimas plazas.

Por lo que hace a semejanzas, tanto Paz Fernández Felgueroso (PSOE) como Julián Lanzarote (Partido Popular) llevan varias legislaturas en sus cargos: la primera, desde 1999, y Lanzarote desde 1995. Una y otro fueron respaldados mayoritariamente por la ciudadanía en sucesivas elecciones y es muy posible que, de presentarse cada uno en sus respectivas ciudades en los próximos comicios municipales, también resultasen elegidos.

Aunque no faltarán quienes piensen que mi juicio crítico como observador de la realidad en ambos municipios está orientado por un favoritismo ideológico, pese a que este Lazarillo haya reconocido buenas gestiones en localidades gobernadas por el Partido Popular, no tengo ninguna duda en afirmar que la distancia entre la excelente labor desarrollada por la alcaldesa de Gijón y la verificada por el señor Lanzarote en Salamanca es abismal. Por decirlo con pocas palabras, en la ciudad cantábrica se nota un aprovechamiento palpable de los recursos del contribuyente en beneficio del ciudadano año tras año, mientras que junto al Tormes apenas se nota o cuesta mucho advertirlo.

Es así de simple la cosa. Sin embargo, el mismo día en que los periódicos colocaban a Gijón entre los municipios más transparentes del país, la señora Fernández Felgueroso hizo oficial su decisión de no presentarse a las venideras elecciones municipales: No estoy agotada ni cansada -dijo-, pero el tiempo pasa y en política es bueno que se dé este proceso de renovación de ideas y personas para ir mejorando lo presente.

Ahí queda eso. Doña Paz, 73 años, primera mujer que gobernó la alcaldía gijonesa, se nos va llena de transparencia y buen hacer en un país donde tan frecuentes son las corruptelas municipales y hasta la reelección de los imputados en las mismas. Lanzarote no se va ni de coña. No cabe renovación en Salamanca, donde Franco sigue siendo alcalde de honor y medalla de oro de la ciudad -con efigie conmemorativa en su Plaza Mayor- gracias al partido del señor alcalde, que no dice lo que gana porque se nos va a atacar y por eso no informamos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se desprende que el de Lanzarote es un voto muy ideoligizado y anclado en el ejemplo del alcalde honorífico de esa ciudad.

Anónimo dijo...

Salamanca se va a quedar como la única capital de España y de Europa donde un dictador tiene el título honorífico de alcalde. Sus ciudadanos deberían sentir vergüenza.

refoli dijo...

Yo como ciudadano de Salamanca me siento cabreado. A medio camino entre pensar que mis paisanos son tontos y que se dejan dar por culo, con tal de que un patán como este gobierne con la misma mano dura que franco. Que, dicho sea de paso, cuanto trajo a esta tierra. Salamanca Vendida¡

BABI dijo...

Y transparencia es lo menos que se puede pedir a unos gobernantes elegidos por los ciudadanos. No es un mérito, es una obligación.

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