RUBALCABA FRENTE A ESPERANZA AGUIRRE, POR MADRID

Félix Población

Lo leo en Nueva Tribuna y ciertamente me parece el diagnóstico más estimulante para combatir a la lideresa Aguirre y aspirar así a un cambio de gobierno en la Comunidad de Madrid, algo que también sería de suma importancia de cara a unos resultados más favorables en las elecciones generales de 2012, caso de que se celebren ese año y no antes.

Visto que Tomás Gómez, actual secretario general del Partido Socialista en Madrid (PSM), no cuenta con las más mínimas garantías para poder desbancar a doña Esperanza, pues tanto su nombre como su carisma dicen muy poco al común de los ciudadanos, se barajan en Ferraz otras alternativas.

No creo, sin embargo, que Trinidad Jiménez, actual ministra de Sanidad, ni Ángel Gabilondo, titular de Educación, ni Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, sean figuras capaces de desbancar a la lideresa en los próximos comicios autonómicos. A pesar de su deplorable gestión de la sanidad pública -muy lacerada por los intereses privados-, su no menos desastrosa aplicación de la Ley de Dependencia y el alto índice de desempleo que soporta Madrid, ninguno de esos nombres tendría el gancho suficiente para que el PSOE recuperase la gobernación de esa Comunidad.

Hay que tener en cuenta, además, que el partido de Rosa Díez obtuvo su único escaño en el Congreso de los Diputados gracias sobre todo a los ciudadanos madrileños, algo que el Partido Popular tiene muy en cuenta en las encuestas que maneja y dan a Unión, Progreso y Democracia (UPD) un notable avance en la intención de voto para la próxima convocatoria electoral en esa Comunidad.

Si se diera tal avance, como parece más que previsible, sólo un candidato con muy buena vitola podría estimular e incrementar la alicaída tendencia de los votantes socialistas en las últimas consultas y restar de paso la creciente tentación de que no pocos electores socialistas se pudiesen decantar por al partido de Rosa Díez.

Para tratar de superar el porcentaje del 33,46 cosechado por el PSOE en las pasadas elecciones autonómicas y evitar incluso un descenso por debajo del 30 -que es lo que al parecer se barrunta en los sondeos internos llevados a cabo por ese partido-, ninguna candidatura puede ser mejor que la de Alfredo Pérez Rubalcaba , cuya inteligencia política está más que contrastada y al que avala sobre todo una gestión tan eficaz como popular al frente del Ministerio del Interior.

Teniendo en cuenta que don Alfredo es uno de nuestros políticos más veteranos y que ya antes de su elección como titular de Interior sugirió una cierta predisposición al retiro por razones de edad, es muy probable que no se mostrase en principio dispuesto a emprender esa nueva vertiente en su dilatado currículo. Pero al lado de su afán por cerrarlo no debemos olvidar que el actual ministro de Interior es un hombre de partido, capaz de posponer su retirada si con ello puede prestar un buen servicio al PSOE y más apoyo a Rodríguez Zapatero, que siempre contó con su colaboración.

Estoy convencido de que Pérez Rubalcaba aceptaría el envite si se propone su nombre para reconquistar la Puerta del Sol y hacer frente a esa pija de arrabal,/ dizque dama liberal/ -no liberal de la Pepa -/que Madrid lleva en la chepa,/ tal como glosa el Espinel de Nueva Tribuna.