lunes, 1 de febrero de 2010

REALIDAD Y FICCIÓN DE LA GRIPE A


Lazarillo

El médico y epidemiólogo alemán Wolfgang Wodarg, presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, ha conseguido poner en marcha una investigación sobre lo sucedido con el papel desempeñado por las farmacéuticas en la campaña de pánico desatada sobre el virus de la gripe A. Su petición de una comisión de investigación fue respaldada unánimemente por los todos los miembros de la Comisión de Salud del Consejo de Europa.

Decía Wodarg en una entrevista publicada en el diario l´Humanité: "Nos enfrentamos al enorme fracaso de las instituciones nacionales responsables al alertar sobre los peligros y reaccionar en caso de que se produzca una pandemia. En abril, cuando surgió la primera alarma en México me quedé muy sorprendido por los datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud para justificar la declaración de una pandemia. De inmediato tuve sospechas: las cifras eran muy bajas y el nivel de alarma muy alto. No había más de mil enfermos cuando ya se hablaba de la pandemia del siglo. Y a la alarma se le dio el carácter de extrema basada en el hecho de que se trataba de un virus nuevo. Pero lo característico de las enfermedades gripales es que se desarrollan rápidamente con virus nuevos que se encuentran en nuevos receptores, animales, seres humanos, etc".

Las interesantes declaraciones de Wodarg podrían servir de gancho publicitario a la novela Gripe Mortal, de la que es autor el escritor catalán Pablo Caralps (Barcelona, 1971). Aunque como lector yo no tenga referencia alguna de la solvencia literaria de Caralps y su obra, es evidente el oportuno acierto con el que este novelista pergeñó el argumento de su libro. Se basa en la propagación de la gripe A, en principio llamada americana, debido a los oscuros intereses económicos de una farmacéutica española.

Con el trasfondo de un triangulo amoroso, el plan de actuación parte del robo de la cepa de la gripe española -cometido en unos laboratorios de Atlanta (EE UU)-, cuyo mortífero virus acabó con la vida de entre 20 y 50 millones de personas en 1918. Una vez declarada la pandemia, se convence a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que la farmacéutica española dispone de retrovirales y de la vacuna correspondiente. Con esta oscura operación la empresa obtendría cuantiosos beneficios económicos.

El autor siempre quiso dejar claro que su libro no es oportunista, pues lo escribió entre 2006 y 2007, antes de la que la gripe A fuera noticia a toda portada en los periódicos del mundo, basándose en el precedente de la gripe aviar, que no lo fue tanto. "Incluso antes de que lo aceptara el grupo Planeta, una gran editorial rechazó la novela por parecerle una historia poco creíble”, explicó Pablo Caralps. La crisis económica en España había retrasado el lanzamiento del libro en el plazo previsto, pero esta pasada primavera la editorial decidió adelantar su publicación coincidiendo con la noticiosidad que adquirió la enfermedad en los medios.

Meses después de la aparición de la novela en las librerías, no parece que haya logrado literariamente la repercusión mediática que su asunto sigue teniendo periodísticamente gracias a declaraciones como las que recientemente hizo el presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa. Cabe preguntarse en qué parará la investigación que Wolfgang Wodarg propuso. ¿Será real o ficticia a la postre? Daría para otra novela ese intríngulis.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he leido el libro y es muy bueno. Esta muy bien escrito y la historia esta muy bien, lástima del título, no le hace honor al texto. Lo que es alucinante es que parace el guión de lo que esta ocurriendo.

Anónimo dijo...

Pues habrá que leerlo si tiene esos dos y tan importantes alicientes.

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