jueves, 22 de octubre de 2009

MALALAI JOYA, OBAMA Y EL NOBEL DE LA PAZ


Lazarillo

"No sé cuántos días me quedan de vida, pero hasta que me maten denunciaré a quienes gobiernen Afganistán con las manos manchadas de sangre". Esto dijo ayer al diario Público Malalai Joya, la más joven diputada afgana (31 años), expulsada de su escaño hace un par de años por haber acusado a algunos de sus colegas de corruptos, narcotraficantes y misóginos. Joya ha sufrido hasta ahora cinco atentados por denunciar públicamente la actividad criminal de los llamados señores de la guerra. Se le acaba de entregar en Madrid el Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y Solidaridad para Refugiados.

Para Malalai Joya no hay diferencias entre Karzai y Abdullah a la hora de gobernar su país. Los dos representan lo mismo. La mayoría de la población está decepcionada y para muchos ciudadanos el voto no significa nada cuando sufren la desesperación del hambre y están incluso dispuestos a vender a sus hijos por diez dólares. Denuncia la joven diputada los intereses económicos y estratégicos que mueven a Estados Unidos en la región, como consecuencia del reparto con China y Rusia de las zonas de influencia, e insiste en que, por más rondas que se celebren, unas elecciones nunca serán legítimas bajo la vigilancia de las armas y el imperio de las drogas, la corrupción y el crimen.

El dinero y las armas extranjeras, según Malalai Joya, acaban en manos de los señores de la guerra, haciéndolos más poderosos. "Cuanto más tiempo dure la ocupación, peor será la guerra civil posterior. Los señores de la guerra que se han unido a Karzai y Abdullah fueron responsables de la anterior guerra civil afgana. Si se les apoya a ellos, en lugar de a las verdaderas fuerzas democráticas que ahora están forzadas a vivir en la clandestinidad, por supuesto que habrá otra guerra civil".

Se le pregunta a Malalai Joya en la entrevista si se ha planteado la posibilidad de abandonar Afganistán y responde que volvió a su país, después de haber pasado su infancia y adolescencia en Irán y Pakistán, con el propósito de trabajar con los miles de afganos que buscan la paz. "Es a ellos- dice- a quienes deberían dar el Nobel, no al presidente Obama".

Al escritor mexicano Carlos Fuentes le ha parecido idónea la concesión este año del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama. Para ello esgrimió ayer una serie de argumentos políticos en un artículo publicado en el diario El País. Me convencen mucho más, como merecedora del citado galardón, los que expone jugándose la vida al lado de los suyos la joven diputada Malalai Joya. Pero Joya también dice que Occidente está respaldando en Afganistán a un gobierno de criminales. Esa no es forma de hacer méritos para viajar a Estocolmo a por el cheque + nobelero.

RedDIARIO
Fabricación y venta de armas y especulación bursátil siguen financiando los Premios Nobel. (El País).

6 comentarios:

Folía dijo...

Qué claro habla y qué valentía demuestra. Va a cara descubierta en un país en que la obligan a ir con burka y en un mundo en el que todos se camuflan. Ayer leí su nombre por primera vez. También esto es significativo en "el mundo libre".

REGIS dijo...

Me acuerdo también de los periodistas rusos asesinados y de los que siguen investigando el asesinato de Politkovskaya, tampoco cuentan como nobelables porque Rusia forma parte de la partida en Afganistán.

Anónimo dijo...

LA PAZ ES UN OLIVO SANGRANTE POR EL CAMPO...Rafael Alberti

Anónimo dijo...

La noticia de El País avala el Nobel de Obama.

Anónimo dijo...

El nombre de la protagonista es tan desconocido que en Suecia lo ignoran.

Anónimo dijo...

Lo de conceder a Obama el nobel de la paz, me parece esperpéntico, típico de "pelotas al uso". Todavía no ha demostrado nada, el tiempo lo dirá, de momento no se lo tenían que haber concedido, hay otras personas anónimas como ésta que lo merecen más.
Salu2
B. Dylan

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