miércoles, 9 de septiembre de 2009

LOS PUÑETAZOS TOTALITARIOS DEL PP


Félix Población

Aguirre ve en los puños alzados de Rodiezmo, donde el PSOE hace cada año teórico hincapié en sus distantes orígenes, un gesto amenazante y propio de una ideología totalitaria. La lideresa coincide así con lo expresado por el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, para quien los puños en alto son equivalentes al saludo fascista.

Las declaraciones de una y otro, aparte de mostrar el grado de interesada ignorancia por parte de ambos, pecan de una gran inoportunidad circunstancial. Coinciden con el septuagésimo aniversario de la II Guerra Mundial, iniciada por quienes pretendieron conquistar Europa saludándose a la romana a taconazo limpio, y con la comparecencia del juez Baltasar Garzón ante el Tribunal Supremo para declarar como imputado de prevaricación por pretender investigar los crímenes del franquismo.

Tanto frente a Hitler como contra Franco, unidos en la historia por ese saludo fascista y sus crímenes contra la Humanidad, lucharon millones de combatientes para quienes el puño en alto fue, sobre todo y ante todo, lo que siempre ha sido: un símbolo de resistencia y emancipación de los trabajadores, bajo cuya enseña se conquistaron sus derechos y libertades, largo tiempo aplazados.

Miles de esos combatientes, asesinados por el fascismo franquista, siguen bajo una tierra sin seña ni identidad en España, en las cunetas y fosas comunes donde se pretendió enterrar su dignidad y memoria, mientras al juez que se atrevió a promover la primera causa penal contra esos crímenes se le acusa de prevaricación gracias a una denuncia promovida por dos entidades que también se podrían saludar a la romana, llegado el caso.

Las declaraciones de Rajoy y la lideresa son especialmente ignominiosas ahora, al tiempo que se cumple el septuagésimo aniversario del inicio de la barbarie nazi y dos agrupaciones de prosapia ultramontana sientan en el banquillo al mismo juez que intentó procesar al dictador Augusto Pinochet por haber admitido a trámite una querella contra Franco.

Además de ser falaces, tanto Mariano como Esperanza deberían reparar en que sus respectivas manifestaciones sólo consiguen acumular más incoherencia y recelo sobre el carácter democrático de un partido, el suyo, que no condenó todavía al régimen que hizo del saludo fascista una de sus primeras y más ostentosas señas de identidad.

RedDIARIO
La pinza contra Garzón. (Ignacio Escolar).

No hay comentarios:

Publicar un comentario