viernes, 3 de julio de 2009

SALAMANCA Y LOS HONORES A FRANCO


Félix Población

Franco estuvo bombardeando Madrid durante casi tres años durante la Guerra de España. Cumplidos ya más de treinta desde la aprobación de la vigente constitución democrática, los tres partidos concurrentes en el Ayuntamiento de la capital han decidido privar al extinto caudillo de su título de alcalde honorario, hijo adoptivo, medalla y llave de oro de la ciudad. Cierto que durante la votación hubo dos concejales del Partido Popular que prefirieron ausentarse porque se hacían pis.

En Salamanca, ciudad donde el gobierno de España ha decidido ubicar el Centro Documental de la Memoria Histórica, el Ayuntamiento del PP, presidido por el señor Lanzarote, sigue votando en contra para que, por tercera vez en los dos últimos años, no sea tenida en cuenta la propuesta del Partido Socialista de retirar similares títulos a los ostentados por el dictador hasta ahora en Madrid.

Creo que hasta la fecha han sido más de quince los ayuntamientos y diputaciones provinciales que en los últimos meses han revocado los honores dispensados al dictador, bien sea con el apoyo o la abstención del Partido Popular. La Universidad de Salamanca rechazó no hace mucho el título de doctor honoris causa que se le otorgó a Franco en 1954, si bien la Universidad Pontificia se lo mantiene, sin que haya atisbo de proposición en sentido contrario.

Posiblemente sólo los representantes del PP en el Ayuntamiento de Salamanca, de entre todos los que gobiernan en los municipios y diputaciones del país, se han mostrado hasta ahora tan irreductibles en preservar la memoria honorífica del dictador. Sus votos en contra malogran cualquier empeño que se atenga a lo decretado por la Ley de Memoria Histórica de erradicar toda exaltación del viejo régimen.

A unos pasos de la sede central del Ayuntamiento salmantino, en la Plaza Mayor de la ciudad, permanece el medallón en piedra con la efigie de Francisco Franco, caudillo de España, sin que hasta ahora ni siquiera el PSOE se haya planteado que ése también es un ensalzamiento ilegal y sobrante del general golpista, con mayor trascendencia pública que el título de alcalde honor que sigue ostentando el dictador. Centenares de turistas lo contemplan cada día sin disimular la perplejidad e incluso la indignación que causa en algunos de nuestro mismo entorno geopolítico. No olvidemos que España forma parte de la Unión Europea que condenó el franquismo en Estrasburgo, con la excepción del Partido Popular y la ultraderecha más cerril.

RedDIARIO
Redimiendo historia. (Rafael Fernando Navarro).

1 comentario:

Gatopardo dijo...

Es meritorio que llevemos aguantando treinta años, más los que anduvimos a gascas, con talante medroso y paciencia evangélica sin que a nadie nos haya dado por dejar hecho un solar los monumentos franquistas.
Y mira que entran ganas...

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