viernes, 17 de julio de 2009

HONDURAS, LA FAES Y LAS BASES USA EN COLOMBIA


Félix Población

Rafael Pardo, ex ministro de Defensa colombiano, aspira a suceder al actual presidente Álvaro Uribe. Es posible por eso que dijera ayer lo que dijo, después de que el segundo aceptara alojar cinco bases de Estados Unidos en su país: Colombia perderá soberanía y se convertirá en una base de operaciones, una especie de portaviones contra los países vecinos.

Se trata, en palabras del partido opositor Polo Democrático Alternativo, de una dejación flagrante de soberanía, en efecto, y por eso inquieta y alarma a las naciones del entorno. Como dice el senador Jorge Enrique Robledo, esta decisión no sólo complica las relaciones con Venezuela y Ecuador, que se negó a prorrogar la base norteamericana en su territorio, sino con Brasil, que ya rechazó el despliegue de la IV Flota.

El propio senador colombiano es muy gráfico a la hora de ilustrar la política exterior norteamericana, que con Obama -según su opinión- no ha cambiado en relación con la administración precedente: diseminar por el mundo muchas bases pequeñas, nenúfares desde las que saltan las ranas cuando vean en riesgo los intereses USA. En ese sentido puede que la reacción de la actual administración USA, aparentemente en contra del golpe de Estado hondureño, no deseche otras fómulas de reconducción de los propósitos que lo motivaron.

Aquí en España, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que regenta José María Aznar, tan significado por su apoyo como presidente del Gobierno de España al golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez en 2002, acaba de expresar públicamente que sigue en las mismas sin ningún disimulo, aunque con una celeridad mucho menor.

Desmarcándose del criterio generalizado de condena que mereció Micheleti (que no nos lo manden a España, seamos decentes) por parte la comunidad internacional, la FAES ha difundido un texto bajo el título ¿Golpe o destitución? en el que se apoya manifiestamente a los golpistas frente al programa totalitario de Chávez y su peón Zelaya, en línea con los sostenido el pasado domingo por el potentado escritor Mario Vargas en el diario El País. La salida de Zelaya -se afirma en el documento- ha supuesto el primer retroceso importante para los intereses de Chávez. Por primera vez las instituciones de un país han dado la espalda a un líder populista y han salido en defensa de la democracia. La Constitución ha funcionado. Se ha evitado el vaciamiento de la democracia liberal.

No sorprende que el apoyo de Aznar y su fundación a los golpistas sea tan descaradamente explícito, sino que, siéndolo, haya visto la luz pública tan tarde, cuando ya se empieza a especular con el exilio del cabecilla, hasta el punto de que éste (Dios no lo quiera) puede acabar como asesor en la FAES. Con el golpe de Venezuela se precipitó don José María en exceso. Lo deseable ahora es que se repitiera el desliz aunque fuera con retardo, pero acabamos de leer una reedición aumentada de la historia de las nenúfares en Colombia y no podemos evitar una cierta inquietud. ¿Yerra o se adelanta la FAES?

RedDIARIO
Un régimen aliado para detener al chavismo. (Carlos Enrique Bayo).
+América Latina (1760-2010). (José Steinsleger).

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