lunes, 22 de junio de 2009

ALFONSO SASTRE Y JESÚS NEIRA


Félix Población

Si relaciono hoy a los citados no es porque me merezcan la misma consideración, pero sí porque en uno y otro son estimables determinados aspectos de su personalidad y porque ambos la han cagado con sus últimas y respectivas declaraciones públicas, en algún punto coincidentes a pesar de la distancia ideológica entre ellos. Lo más encomiable de Alfonso Sastre es su teatro como dramaturgo, mientras que en el profesor Neira siempre reconoceremos como digna de admirar su acción en defensa de una mujer agredida por la que a punto estuvo de morir.

Dicho esto, vayamos a la coincidencia. Vino a decir Sastre, en su último artículo publicado en el diario Gara, aunque esta vez no lo haya hecho de modo expreso, lo que estábamos acostumbrados a saber de su criterio sobre la democracia en España: que no es tal. Para ello se sirve de un análisis de la prosa política, ensalzando la que es afín a su ideario, y calificando la del capitalismo como prosa de la mentira y la opresión. La suya, dice don Alfonso, es la que no falsea la realidad para ocultar la verdad, como la prosa enemiga: nosotros hallamos nuestras verdades en el corazón mismo de las realidades que se suceden en nuestro mundo, revelando lo que ocurre ciertamente (la realidad de la verdad) y que se nos oculta por todos los medios al servicio de la perpetuación de estos horrores que estamos viviendo día tras día.

El profesor Jesús Neira, que como es sabido está al frente del llamado Observatorio para la Violencia de Género, cargo político a expensas del gobierno popular de la Comunidad de Madrid, ha dicho que en España no hay libertad política, pues frente a la que tienen los diputados, tú y yo (por su entrevistador Dragó y él mismo, ver vídeo) somos unos siervos. En España no hay democracia, asegura Neira. Según él es una mentira que por más que se propague choca con los hechos. Su aversión hacia el parlamentarismo y el sistema de partidos políticos ya la había dejado patente en algunas de las publicaciones de las que fue colaborador, pero en esta entrevista se reafirma, comenta hoy el diario El Plural. Eso sí, ha votado al Partido Popular, confiesa, para echar a Rodríguez Zapatero, un jovencito que se dedica a dar mítines y a decir imbecilidades.

El Partido Popular es el mismo que teniendo al señor Iturgaiz por líder en el País Vasco tuvo la torpeza inadmisible de referirse a la candidatura Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos, legalmente reconocida para presentarse a las pasadas elecciones europeas, como una suerte de plaga que debería ser fumigada. La declaración se produjo como consecuencia del último y criminal atentado de ETA el pasado sábado y sirvió al señor Sastre de argumento para ejemplificar la prosa sucia y opresiva a la que hacía referencia en su artículo. Como no podía ser menos, también don Alfonso ha creído encontrar motivos de esa misma prosa en el mensaje del lehendakari López cuando éste habló de medidas más contundentes, desde la política, para acabar con el terrorismo etarra. ¿Va a seguir detrás de las ideas gasógenas de ese pobre tipo del PP al que antes he citado?, se pregunta el dramaturgo con interesada manipulación de la referencia.

En línea con esas interpretación sesgada y demagógica, don Alfonso, cuya prosa teatral fue representada a primeros de este año en el Centro Dramático Nacional, dependiente del Estado opresor, tiene a bien advertir que de ser así nos esperarían y amenazarían tiempos de mucho dolor en lugar de paz, que nunca se conseguirá, evidentemente, si lo que deciden ustedes es aniquilar una parte mayor o menor de nosotros es esas nuevas cámaras de gas inspiradas por ese personajillo, Iturgaiz. Entonces, ¡pobres de nosotros, pero también de ustedes!, concluye Sastre.

En España no hay democracia, dice Neira, que vota al PP, y don Alfonso identifica las declaraciones de Iturgaiz, del PP, como una apología del nazismo, ideal para justificar las amenazas y riesgos que nos pueden sobrevenir al sentirse los suyos perseguidos. Tales alardes de cinismo horas después del último asesinato de ETA sólo son posibles en una prosa muy sucia y falaz, señor Sastre, porque hasta ahora quien aniquila es ETA y es ETA quien ha hecho de la muerte, como el fascismo, su método gasógeno, envenenando de miedo y opresión la sociedad vasca.

En cuanto al modélico ciudadano Jesús Neira, bien debe saber que declaraciones políticas como la suyas, poniendo en entredicho el vigente sistema democrático, sólo pueden hacer el juego a quienes como el señor Sastre se sirven de eso mismo para justificar la deleznable simpleza de sus soflamas.

RedDIARIO
Los hombres que destrozan bicicletas. (La Tercera Opinión).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

EL PP ES FASCISMO, ETA ES FASCISMO Y EL PSOE DEBE ACABAR CON LOOS VOTOS CON EL PP Y CON LA LEY Y LAS PALABRAS DEBE ACABAR CON ETA.

Gatopardo dijo...

No hay que temer la crítica del sistema democrático español, uno de los más jóvenes de la vieja Europa, uno de los más corruptos según los informes de Transparencia Internacional, la ONU, el Tribunal Europeo, etc; ni rasgarnos las vestiduras cuando, ya sea desde la derecha o desde la izquierda, se dude de la legitimidad de un sistema de partidos que no respeta la proporcionalidad de los votos, sino que aplica la Ley d'Oms; mantiene las castas caciquiles e ignora reiterada y sistemáticamente la Ley de Administración Local, los informes de fiscalización que emite el Tribunal de Cuentas, mientras que la Fiscalía anticorrupción hace mutis, y cuando los Tribunales de Justicia funciona tarde y mal, como en el caso de Luis Díaz, y tantos otros (Véase http://www.elpais.com/articulo/espana/segunda/muerte/Luis/Diaz/elpepunac/20090622elpepinac_11/Tes )

Ésta democracia se puede y se debe mejorar, y no será callando a quienes señalen los fallos o los desacuerdos -sean Neira o Sastre- como será mejor y más íntegra.

Sin ir más lejos, a mí sólo me ha mejorado quienes me han señalado mis fallos y no quienes me adularon y anduvieron templando gaitas.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Naturalmente que son muchos los defectos del actual sistema parlamentario español, como lo son en mayor o menor medida en otros países de nuestro entorno. La agravante aquí está en los excesos provenientes de la ultra derecha, que criticaándolo aspiran a degradarlo con los aviesos fines que todos conocemos, y los del nacionalismo independentista abertzale emparentado con el terrorismo, que no está legitimado para esa crítica sin antes erradicar de su ideario el asesinato como herramienta política, que es el más ruin de los chantajes que se pueden utilizar para ello.

Gatopardo dijo...

Estimado Anónimo: en todos los países de Europa existen partidos de izquierdas y de extrema izquierda, de derechas y de extrema derecha, que pueden tener representación parlamentaria o no en función de los votos que reciben.
Salvo en Italia, donde la cortesía parlamentaria brilla por su ausencia -y así nos va-, en el resto de los países se suele considerar legítimo cualquier discurso crítico acorde con cualquier ideología.
Sin ir más lejos, en Francia,Jean-Marie Le Pen, de extrema derecha, o Olivier Besancenot en la extrema izquierda pudieron poner los pelos de punta con sus discursos a quienes no eran de su cuerda; pero jamás se cayó en la tentación de ilegalizar sus partidos ni criminalizar sus ideas; porque las ideas no son delictivas: son los actos que estén tipificados como tales en el Código Penal, y no se pueden considerar responsables subsidiarios a las organizaciones a las que pertenezca el delincuente. Por ejemplo, en mi cofradía de Semana Santa hay tres en la cárcel por tráfico de drogas y uno por intentar matar a su ex-mujer, y no sería justo que nos encerraran el paso y nos criminalizaran al resto de los cofrades)
Y esto ver fantasmas golpistas y terroristas en quienes critican la democracia en España no es más que la prueba de que a nuestra democracia y a nuestra madurez política les falta un verano y un hervor.
Pero eso se cura con la edad...

LEDES dijo...

Supongo que se cure con la edad. Lo que yo digo es que ni en Francia ni en Italia tienen a una banda terrorista que mata y a un brazo político que además de ideas pone a las calles el combre de los matones y los honra en actos públicos. Eso no lo tienen ni en Francia ni en Italia.

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