jueves, 14 de mayo de 2009

TVE Y BBC: COMPARANZAS IMPOSIBLES


Lazarillo

Si en TVE se dan casos manifiestos de censura informativa, como la supresión por supuesto error humano del himno nacional y de su abucheo, dispensado ayer por parte del público vasco y catalán en la final de la Copa del Rey de fútbol, es porque, entre otras cosas, nuestra televisión pública cada vez está más lejos de parecerse a la apetecida BBC, prometida por aquel comité de sabios con el que el primer gobierno de ZP pretendió regenerar Radio Televisión Española.

Dejando a un lado esa incidencia, todo un borrón en la más neutral y equilibrada línea informativa de TVE desde que gobierna el Partido Socialista, la decisión de ese mismo gobierno de eliminar la publicidad a partir del próximo otoño, sin que al televidente le cueste un nuevo impuesto, pudiera parecer ventajosa para el usuario, pero la verdad es que nos aleja más del modelo británico de televisión pública y, con ello, de su notable nivel de calidad.

Quiere esto decir que a cambio de no pagar una tarifa anual similar a la que abonan los contribuyentes del Reino Unido, casi 140 libras por domicilio (175 euros), exceptuados pensionistas y parados, TVE va a seguir distanciándose más y más de la profesionalidad y calidad incuestionables que ofrece la programación de la BBC, limitándose a competir no sólo en la audiencia con las televisiones privadas, sino en el nivel de chocarrería y mentecatez que ofrecen éstas en la mayoría de sus espacios, crecientemente degradante.

Si esto no puede pasar en la BBC, donde por supuesto tampoco se da el anidamiento de productoras privadas que se nutren de fondos públicos para ofrecer programas deplorables, es porque cuenta con un total de 38 canales de televisión, que llegan a una audiencia de casi 300 millones de hogares, y le permiten una amplia producción propia en varias lenguas, garantizada por su marca de calidad y preservada por una filosofía que queda muy clara en la Royal Charter que rige esa televisión pública desde 1927, según nos recuerda Aurora Mínguez: La BBC la pagan los impuestos de cada hogar, lo cual permite una amplia gama de servicios públicos para cada ciudadano, libres de publicidad e independiente de anunciantes, accionistas e intereses políticos.

Ciertamente, una saneada financiación a través de esos impuestos permite que existan 8 canales de televisión interactivos, 10 cadenas de radios y más de 50 televisiones y radios locales, además del servicio personalizado de radio y televisión BBC Player. Lo ejemplar es que eso, además de 21 oficinas comerciales de la BBC Worldwide distribuidas por el mundo, haya sido fruto de una marca de renombre cultivada con éxito y en la que, por supuesto, no se puede obviar la universalidad de la lengua inglesa como herramienta fundamental de comunicación.

¿Por qué no tratar de emular a la BBC en esos objetivos cuando las posibilidades de audiencia de una televisión pública de calidad en español tienen a su favor una también numerosa comunidad hispanohablante?

3 comentarios:

NN dijo...

Que no saliera el abucheo no le parece bien? Es una ofensa a la mayoría de los españoles y la televisión pública no debe ofender a esa mayoría.

Anónimo dijo...

Que no saliera el abucheo no le parece bien? Es una ofensa a la mayoría de los españoles y la televisión pública no debe ofender a esa mayoría.

Anónimo dijo...

Que no saliera el abucheo no le parece bien? Es una ofensa a la mayoría de los españoles y la televisión pública no debe ofender a esa mayoría.

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