jueves, 28 de mayo de 2009

EL TRIBUNAL SUPREMO ECHA MÁS TIERRA SOBRE LAS FOSAS DEL OLVIDO


Lazarillo

Aprovecho en parte el titular de portada que hoy ofrece el diario Público a propósito de la admisión a trámite, por parte del Tribunal Supremo, de una denuncia del sindicato ultra Manos Limpias contra el juez Baltasar Garzón por el propósito de éste de investigar los crímenes del franquismo. De acuerdo con el auto emitido el año pasado por el magistrado, Franco y los militares golpistas desarrollaron una "actividad criminal planeada y sistemática de desaparición y eliminación de personas por razones ideológicas", lo que significó un "crimen contra la humanidad como claramente se definió en el Estatuto y Tribunal de Nüremberg". (En la misma edición del citado periódico, por cierto, el catedrático de Ciencia Política Vicenç Navarro expone las razones por las que el calificativo más apropiado para definir la dictadura impuesta en 1939 no debería ser el de franquista sino el de fascista).

También en Público se hace constar la significativa circunstancia de que el ponente del auto del Supremo, el magistrado Adolfo Prego, siendo vocal del Consejo del Poder Judicial, suscribió el año pasado un manifiesto contra la Ley de la Memoria Histórica (consultable todavía hoy en el blog del ex terrorista Pío Moa), porque tal ley atribuye carácter democrático al Frente Popular, algo que el llamado Manifiesto por la Verdad Histórica niega, alegando que la coalición de partidos que ganó las elecciones de febrero de 1936 “estaba compuesta por agrupaciones marxistas radicales, estalinistas, anarquistas, racistas sabinianas, golpistas republicanas y nacionalistas catalanas, todas ellas ajenas a cualquier programa de libertad”. Éstas, cuando llegaron al poder, con el precedente de "haber colaborado en el asalto a la República en octubre de 1934, destruyeron los elementos democráticos de la legalidad republicana".

Aunque sea de destacar la deplorable paradoja de que nuestro vigente régimen democrático permita a un grupo ultraderechista que el Supremo eche más tierra sobre la memoria de todos aquellos caídos sin seña en defensa de las libertades, es de valorar que Baltasar Garzón pueda explicarse ante una instancia superior, según el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. ¿Qué pasará si la convence?, se pregunta.

Para el escritor Isaac Rosa, mientras se discute si cabe o no cabe actuación judicial contra el franquismo, sería recomendable que pidieramos cuenta a otras instancias, dado que las fosas no se abren desde los juzgados, con la excepción de sólo tres entre un total de 43 tribunales provinciales. "¿Por qué no se lo exigimos a quienes hicieron una ley de la memoria que mantiene las fosas donde estaban."

Sobra decir que el único partido político que se congratuló del auto del Tribunal Supremo fue el PP, bien reconocido en Europa, con Mayor Oreja al frente, por no haber condenado en Estrasburgo el régimen de Franco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No desaprovecha el PP la oportunidad de mostrar su verdadero rostro.

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