viernes, 29 de mayo de 2009

CAÑIZARES Y LA APOLOGÍA DEL DELITO EN "ALFA Y OMEGA"


Félix Población

Parece como si el ex primado Cañizares, hoy prefecto de la Congregación del Culto Divino en El Vaticano, y el ríspido Rouco, a través de su empleado Benjumea, redactor-jefe de la revista Alfa y Omega, se hubieran puesto de acuerdo para ganarse los titulares de los periódicos a costa de unas opiniones en extremo desquiciadas y sólo adaptables a los tiempos más oscuros, pretéritos y dominantes de la institución a la que pertenecen.

Solventa el ex primado los miles de abusos y agresiones sexuales contra menores cometidos por religiosos en Irlanda durante décadas con una lacónica frase, debemos pedir perdón, con la que la católica iglesia suele eludir la comparecencia ante la justicia que esos delitos comportan para el resto de los mortales. A los curas, en cambio, les suele bastar con que sus superiores les recluyan por un tiempo lejos de la satánica tentación.

Pero como Cañizares está que trina con la nueva ley del aborto acordada por el Parlamento de la nación, no ha podido dejar de traerla a colación de esta guisa: No es comparable lo que haya podido ocurrir en Irlanda en unos cuantos colegios (el informe tiene 2.500 páginas, se refiere a miles de menores y abarca un periodo de 70 años que se configura bajo el calificativo de situación endémica) con lo que está ocurriendo con el aborto, con más de 40 millones de seres humanos que se han destruido legalmente.

Tal declaración, aparte de demostrar una simpleza parvularia impropia de quien tiene a su cargo como cardenal nada menos que la Congregación del Culto Divino -que por cierto debe de estar muy alejada del culto al sentido común-, sólo se puede interpretar como lo han hecho la mayoría de los comentaristas ajenos a la santa casa apostólica y romana. El cardenal no sólo compara el delito de la clerigalla irlandesa con el derecho al aborto acordado por una institución democrática y soberana, sino que aprecia más delictiva esta ley que violar niños y niñas en los colegios durante siete décadas.

En línea con la apreciación del purpurado Cañizares, Ricardo Benjumea, redactor-jefe de Alfa y Omega, la revista del arzobispado de Madrid que se reparte con el diario ABC semanalmente, afirma que puesto que se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal, algo que Cañizares da por obvio si afecta a los empleados de su iglesia, pues basta con pedir perdón.

Como dijo Gabilondo anoche en su telediario, el resultado doctrinal de los despropósitos repartidos entre el cardenal y el periodista de Rouco Varela sería el que sigue: permiso para violar y, si de la violación se deriva embarazo, condena por abortar. ¿Puede una Iglesia así no estar condenada a su extinción?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y de dónde salen los sueldos de toda esta tropa?

Anónimo dijo...

Esta iglesia nuestra es la de Franco según establece el Concordato de 1979.

Gatopardo dijo...

Que digan estas cosas, no es nada nuevo para quienes los hemos escuchado comentar "en confianza".
Sólo hay que ver la consideración que les han merecido siempre los víctimas de sus violaciones.

Pero lo peor es que la mayoría de quedarán impunes, porque la Iglesia Católica los cambia de parroquia, ahoga las denuncias; y se burla del Código Penal, de la Ley y de la Justicia.

Y aún se extrañan del anticlericalismo. A mí lo que me extraña es que esta secta destructiva no sea ilegalizada.

Eduardo Real dijo...

Para que no te asombres de lo que ocurre en España, yo publiqué en mi blog lo que le hicieron a una amiga en Argentina(1), que fue despedida de su empleo en una universidad católica por abogar por la apostasía colectiva. Te agrego a mi blogroll porque vamos para el mismo lado.

(1) http://centroizquierda.blogspot.com/2009/04/me-cago-en-todos-ustedes.html

Anónimo dijo...

En el supuesto de que estuviera agonizando, la iglesia, ya tarda, ¿no?

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