Lazarillo
Muy en su línea editorial, favorable a su colaborador estrella el escritor Vargas Llosa, el diario El País informa hoy del rechazo por parte del presidente Hugo Chávez de un debate entre éste y don Mario. Alega el primero que esa propuesta, formulada por los intelectuales liberales, se ajustaría más al montaje de un show que al objetivo de la invitación expuesta por el primer mandatario venezolano de ofrecer una discusión pública, en su programa televisivo Aló Presidente, en la que varios intelectuales opuestos a la revolución bolivariana enfrentasen sus argumentos a los de otros tantos intelectuales que la apoyan.
El señor Chávez le ha dicho al potentado escritor hispano-peruano, apelando a un cierta zumba caribeña que no exime la lógica del aserto, que él está en las grandes ligas, mientras que don Mario debe primero llegar a presidente -algo a lo que no pudo en su país, pese a intentarlo- para competir en igualdad de condiciones.
Como habrá quien considere esas declaraciones como un indicio más de megalomanía y hasta de culto a la personalidad, dejo a la consideración de quienes así piensen imaginar la posibilidad de éxito de una propuesta similar si ésta se le hiciera al presidente colombiano Álvaro Uribe y el intelectual invitado fuera el periodista Ignacio Ramonet. Es claro que si ambos debates fueran posibles, tanto el novelista como el periodista tratarían de acosar a los respectivos presidentes con la intención de probar que sus respectivos regímenes conculcan las libertades y los derechos humanos.
En el caso de Uribe, está demostrado que así viene ocurriendo año tras año, sin que el potentado escritor Vargas diga ni pío en sus divulgados y muy bien pagados artículos de opinión. ¿Cómo podría don Mario entonces piar ante Chávez cuando, además, las circunstancias que se dan al respecto en Colombia están en Venezuela lejos de darse? Sólo montando un show que le ayude, de paso, a promocionar sus libros.
RedDIARIO
Vargas Llosa critica a Chávez por no aceptar un debate cara cara. Por el contrario, y como todo el mundo sabe, Obama, el Rey Juan Carlos, Sarkozy, Berlusconi, Merkel y los demás líderes que, por supuesto, sí son democráticos lo hacen constantemente con los extranjeros que llegan a su país y no están de acuerdo con su política. (Ganas de Escribir, Juan Torres López).
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