AÍDO, LA PRENSA Y LA PROSTITUCIÓN

Félix Población

Aparte de reducir en lo posible la llamada violencia de género, la ministra Bibiana Aído tiene entre los objetivos más ambiciosos de su departamento el de acabar con los anuncios de prostitución en los periódicos, consciente de que su estampación favorece la trata de blancas. Por eso han sido ya varias las ocasiones en las que la ministra de Igualdad se ha reunido con los directores de algunos medios, sabedora también de que el asunto es complicado porque ese mercado mueve muchos millones en publicidad en los principales rotativos del país y no será fácil llegar a un acuerdo.

Algo así como 50 millones de euros salen a diario de los bolsillos de los españoles con destino a la prostitución. Según un informe de la comisión parlamentaria sobre el tema, el número de anuncios de contactos publicados a diario por cuatro de los principales periódicos de España va de los 702 que inserta El País a los 91 que aparecen en La Razón, pasando por los 672 de El Mundo y los 225 de ABC, con un ingreso anual por parte del primero -el de mayor tirada en nuestro país- de cinco millones de euros.

Sólo dos rotativos de difusión nacional y uno publicado en Cataluña, el diario Avui que lo decidió hace poco, no incluyen en sus páginas anuncios de prostitución. El diario gratuito 20Minutos tomó esa decisión hace un par de años y el periódico Público arrancó en 2007 desechando ese tipo de propaganda desde su primer número.

Han pasado ya dos años desde que el Congreso de los Diputados tuvo a bien sugerir a los medios el acabamiento de esa substanciosa parte de su negocio comercial. Dado el monto dinerario que mueve, la directiva de los rotativos ha hecho caso omiso hasta ahora a esa indicación. Si entonces no se tuvo en cuenta, mucho me temo que en la actual coyuntura será todavía más difícil que se reconsidere, por mucho que la ministra de Igualdad insista en sus pláticas con los máximos responsables de los medios.

En tiempos como los corrientes, acuciados por una crisis económica que se está dejando sentir en los periódicos de modo apremiante, resulta más que difícil arbitrar medidas que reduzcan a cero una parte tan substanciosa como los ingresos publicitarios a los que nos referimos. Por eso mucho me temo que Bibiana Aído no coseche el fruto de esa apetecida causa, y que pretenderlo incluso, por muy buena y muy loable que sea su voluntad, puede deparar a su Ministerio a la postre una sensación de fracaso que no sería lo más recomendable para justificar la razón de su existencia. Sobre todo porque la otra y no menos loable causa, reducir la violencia de género, no está dando tampoco los resultados deseables.

RedDIARIO
El País y El Mundo pierden lectores. (Periodista Digital).