PRISA PONE FIN A RAJOY Y TOPE A ESPERANZA AGUIRRE

Félix Población

España entra en recesión económica y el Partido Popular, ajeno al patriotismo que tan a menudo exhibe para arengar a sus electores, no tiene apenas otra preocupación visible que la de mirarse un ombligo torturado por las pugnas intestinas, donde una siniestra combinación de tramas de espionaje mutuas y negocios varios se abaten sobre quien aspiraba hasta hace poco, desde la presidencia de la Comunidad de Madrid, a liderar el partido y llegar a La Moncloa.

Es muy posible que la señora Aguirre salga muy dañada en sus ambiciones políticas, acabe como acabe el escándalo del espionaje montado desde su gobierno regional. Incluso el director del diario El Mundo, que siempre dispensó a la lideresa un apoyo entusiasta, calificaba ayer los hechos de bochornosos y gravísimos, asegurando en un editorial que el Partido Popular sólo podrá recuperar credibilidad con transparencia y depuración de responsabilidades. Con esta advertencia, don Pedro el de la Jota deja de cerrar filas en torno a doña Espe y advierte al mismo tiempo al señor Rajoy de que su irresolución puede comportar el final de su siempre cuestionado liderazgo.

Cuando don Pedro hace notar esas discrepancias deja entrever, en unas circunstancias claves para el devenir del PP ante el próximo periodo electoral, que tanto su hasta ahora preferida lideresa como su cuestionado don Mariano van a tener muy difícil seguir sosteniendo sus ambiciones, la primera, y afirmar su quebradizo liderazgo el segundo. Es más, yo diría que lo que el editorial del diario El Mundo viene a barruntar es la posibilidad de que tanto la una como el otro estén al tope o al término de sus respectivas carreras políticas, algo que según sostienen algunos confidenciales hoy está poco menos que decidido desde los llamados poderes económicos.

Se asegura en estos mentideros que el plazo previsto para que el señor Rajoy termine su gestión al frente del PP no pasa del mes de mayo y que los más serios candidatos a sucederle son sólo dos: Rodrigo Rato, que ayer convocó a lo más granado de la cúpula del PP en un acto académico, y Alberto Ruiz Gallardón, que por el momento parece el más beneficiado con el affaire de los espías que sin duda va a perjudicar a su máxima y reconocida rival en estas lides.

Si se tiene en cuenta las buenas relaciones que mantiene el alcalde de Madrid con PRISA, empresa editora del diario El País -el periódico que destapó la trama y cuyo trato con ZP dista mucho del que mantuvo con Felipe González en el pasado-, no es de extrañar que en la calle Génova anden muy intrigados con la persona o personas que filtraron al rotativo la información. Con ese soplo puede estar en liza el nombre de quien presida en el futuro el gobierno de España. Lo más probable, de momento, es que tanto el de Aguirre como el de Rajoy hayan quedado fuera de juego.