jueves, 22 de enero de 2009

LA CATÓLICA CONCIENCIA DE TONY BLAIR


Félix Población

Hace unos días fue noticia la concesión de la medalla de la libertad al ex primer ministro británico Tony Blair. La ceremonia tuvo lugar en la Casa Blanca y fue uno de los últimos actos presididos por su amigo Bush como primer mandatario de los Estados Unidos. Blair compartió el depreciado galardón con el presidente colombiano Álvaro Uribe y el primer ministro australiano John Howard, en detrimento de nuestro hombre en las Azores, el señor Aznar, incondicional aliado de Bush en la invasión de Irak.

Hoy se pregunta un lector en el diario El País por el paradero de Blair durante los 22 días que el Estado de Israel se dedicó a exterminar palestinos en la Franja de Gaza: Hace unos meses un ente denominado el Cuarteto, del cual forma parte la Unión Europea, encargó a Tony Blair la misión de intentar encontrar una solución al conflicto de Oriente Medio. Durante tres semanas hemos asistido a unos incidentes en los cuales han muerto centenares de civiles. Diversos políticos han viajado a la zona o han pedido a Israel el cese de los bombardeos sobre Gaza. De Blair, ni noticias. ¿Alguien dará alguna explicación?

Me temo que no, señor Agustí, que ese silencio y esa inoperancia reflejan en una sola persona la impotencia, incapacidad y/o consentimiento con que la comunidad internacional asiste al prolongado afán imperialista de sometimiento del pueblo palestino por parte del Estado judío. Tenga usted en cuenta que el señor Blair, representante en Oriente Medio de la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, no deja de aprovisionarse de los millonarios beneficios que su personalidad merece, evaluados en unos 23 millones de dólares desde que hace tres años dejó la jefatura del gobierno británico.

Según una información publicada recientemente en el semanario Sunday Times, entre las actividades más lucrativas que le esperan al ex primer ministro en los meses venideros se incluyen una conferencia sobre el cambio climático en Abu Dhabi, una charla universitaria en Boston y una ponencia en un teatro de California, donde las entradas se venden a 380 dólares cada una. Cada conferencia le reporta al señor Blair 250.000 dólares, a los que hay que sumar los tres millones que recibe como asesor de la poderosda entidad bancaria JP Morgan Chase y otros 750.000 de los Servicios Financieros de Zurich. Añádase a esas sumas un contrato por sus memorias evaluado en siete millones de dólares.

Comprobado por el citado periódico que Tony Blair alquiló durante sus visitas a Oriente Medio un piso en el Hotel American Colony de Jerusalén cuya cuenta supone un millón de dólares al año, la probada inoperancia del ex primer ministro como representante internacional para evitar la reciente sangría de Gaza queda mucho más en evidencia. No sé qué pensará el Papa Benedicto de una conciencia tan remunerada como la de este recién admitido feligrés en la Iglesia de Roma, incapaz de una sola palabra de misericordia por todos los inocentes exterminados días atrás en Palestina, la tierra de Cristo (paz y amor).

2 comentarios:

emigrante dijo...

La iglesia hará siempre lo mismo que hizo durante y después de la guerra civil española « Arrimarse al sol que más calienta”

Anónimo dijo...

Blair es socialdemócrata, no lo olvidemos.

Publicar un comentario