lunes, 22 de diciembre de 2008

EL ARCHIVO DE NEGRÍN Y EL CENTRO DE LA MEMORIA


Félix Población

El pasado sábado publicaba el diario El País en Babelia sendas entrevistas con los reputados historiadores Ángel Viñas y Gabriel Jackson a propósito de sus dos últimos libros, titulados respectivamente El honor de la República y Juan Negrín: médico, socialista y jefe del Gobierno de la II República Española. Ambas obras rehabilitan la figura y la ejecutoria durante la Guerra Civil de quien sólo hace unos cuantos meses, en compañía de otros históricos militantes, fue rehabilitado por el Partido Socialista en su trigésimo séptimo congreso. Pesaba sobre Negrín y sus compañeros el criterio de Indalecio Prieto, bien abonado una vez terminado el conflicto, de que el afán de resistencia que inspiraba el proceder de don Juan en los últimos meses de la guerra obedecía a su dependencia de Moscú.

Mantiene Viñas la tesis de que la estrategia de Negrín se construyó alrededor de la idea de que su lugar estaba con las democracias occidentales y con la Unión Soviética sólo cuando era necesario. Considera Jackson que su libro hace justicia a un personaje que hizo muchas cosas en momentos muy difíciles y que como alma de la resistencia republicana se atrajo todas las iras de la derecha y de los suyos, incluida la de Prieto, obsesionado con destruir su imagen.

Quizá por eso la figura de Juan Negrín ha tardado tantos años en ser rehabilitada, coincidiendo este hecho no sólo con la publicación últimamente de varios libros más aparte de los citados, sino con la gran importancia que a efectos documentales adquiere el archivo del último jefe del gobierno republicano, custodiado por su nieta Carmen en una ciudad europea cuyo nombre no ha sido revelado por ésta por razones de seguridad.

Según un reportaje publicado no hace mucho por el diario El País, entre el material almacenado en esa secreta ubicación hay documentos reservados de la República, correspondencia personal, textos diversos y fotografías conservadas por don Juan durante toda su vida, cientos de libros en varios idiomas, decenas de tomos sobre la política exterior en la prensa franquista y unas memorias inconclusas donde se abordan capítulos de tanto interés como la leyenda del oro de Moscú o la ejecución del dirigente del POUM Andrés Nin en contra de la voluntad y las órdenes de don Juan.

La máxima preocupación de Negrín por conservar su archivo radicaba en la preservación del Estado a fin de que la República no se diluyera tras el desenlace de la guerra civil. Esa labor no fue fácil en condiciones tan adversas como las que comportó un gobierno que hubo de recorrer apresuradamente el camino del exilio. Todo quedó registrado, sin embargo, con meticulosa minuciosidad. El archivo personal de Negrin -se afirmaba en el reportaje- viene a ser una crónica detallada la derrota republicana: mapas de guerra, informes de los avances y bombardeos de las tropas franquistas, telegramas con la relación de víctimas, trágicas imágenes de las masacres. Según Carmen, el seguimiento cronológico de esos viejos papeles permite asistir a unos esperanzadores inicios en el ánimo de lucha, a la voluntad de resistencia después y a un achicamiento creciente de la misma al final.

Tuve oportunidad de conversar recientemente en París, ciudad donde reside y está enterrado su abuelo, con Carmen Negrín. Es sabido que la documentación del archivo de quien fuera el último jefe del gobierno republicano está siendo digitalizada para ser trasladada a su ciudad natal, Las Palmas de Gran Canaria, donde está radicada la Fundación Juan Negrín. Me habló Carmen del lógico e insistente interés del Ministerio de Cultura por adquirir toda esa documentación original para depositarla y ponerla a disposición de los investigadores en el Centro Documental de la Memoria Histórica ubicado en Salamanca. Sería sin duda el lugar más idóneo y es de esperar que las relaciones al respecto entre Carmen Negrín y la actual administración fructifiquen en ese sentido.

Todo sea por la memoria y rehabilitación que Negrín y aquella República Democrática de Trabajadores se merecen -ésta como único periodo democráticamente habilitado de nuestra historia- y que tanto está costando recuperar después de treinta años del vigente régimen democrático.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Treinta años después y tan cortos de memoria para que esta democracia la tenga con la República. Lamentable.

Anónimo dijo...

Supongo que el archovo de Negrín tendrá un precio que a su heredera le parecerá poco y al gobierno suficiente, de lo contrario no se explica por qué va a tner antes una Fundación lo que debería estar a disposición del Estado.

Anónimo dijo...

El generalísimo murió hace 33 años y después de varios gobiernos socialistas no se habló de la memoria histórica ni de las tumbas de la represión y el olvido hasta hace poco. Que en todo ese tiempo los gobiernos socialistas de España no hayan sido capaces de recuperar el legado del exilio republicano me parece muy indicativo de lo que le importa la historia de la República, el único régimen que, como se dice en el post, es el precedente democrático del actual en la historia de España.

Publicar un comentario