martes, 11 de noviembre de 2008

MIRIAM MAKEBA Y SILVIO BERLUSCONI


Lazarillo

Me da mucho asco que don Silvio Berlusconi haga chistes sobre el apuesto y bronceado Obama mientras Miriam Makeba se muere cantando contra la mafia y la segregación racial en un escenario del sur de Italia. Me da mucho pesar que esa querida y admirada nación, donde tan intensos e influyentes han sido los brotes del arte y la cultura, soporte con los votos de una mayoría de ciudadanos a un energúmeno de tan burdos modales y peligrosa condición.

Dicen que Makeba se desvaneció después de cantar por enésima vez su conocidísima Pata pata, un bis casi obligado en todos sus recitales. La canción se basa en una danza popular de las barriadas pobres de Johannesburgo. Allí creció en sentimiento y voz la conciencia de quien por su lucha a favor de los derechos de su raza se ganó el reconocimiento de Mamá África. Por eso, y porque su espíritu solidario no reparaba en el color de la piel, estaba precisamente en el sur de Italia. Apoyaba allí al periodista Roberto Saviano, amenazado de muerte por la Camorra tras la publicación y el éxito de su libro Gomorra, y homenajeaba a seis inmigrantes ghaneses asesinados en la localidad de Castel Volturno.

Ni su avanzada edad, 76 años, ni su salud resentida le impidieron morir como había vivido: a viva voz y dando fe de la razón de toda su existencia. Al lado de tan entera y verdadera memoria como la que deja cantada Mamá África, qué miserable resulta el supuesto gracejo de il cavaliere, ese cachondo fascista, magníficamente glosado hoy por Antonio Martín Cascán en una breve misiva que publica el diario El País:

Tras las declaraciones de Silvio Berlusconi sobre el aspecto bronceado de Obama, he oído por ahí que, lo que nos sucede a algunas gentes de izquierdas, es que carecemos de sentido del humor. Va a ser eso, porque a mí me pasa lo mismo que a los gitanos italianos: que no acabamos de captar la sutil ironía del gran monologuista Berlusconi. Será que no estamos preparados para ese derroche de humor del que hace gala el fascismo italiano últimamente. El discurso del Gobierno italiano está impregnado de pinceladas xenófobas que sirven al populismo que lo alienta. El presidente italiano, desde la impunidad en la que se maneja a pesar de su controvertido bagaje, tiene propensión a soltar la lengua alegremente para ofrecernos otra pildorita envenenada.

¿Se supone que debemos acoger sus ocurrencias como una muestra de su peculiar gracejo? Pues ya me perdonarán que no me muera de la risa. Si esto lo hubiera dicho alguien que no tuviera la siniestra áurea que envuelve a Berlusconi, no pasaría de ser una falta de tacto sin más trascendencia. Pero al salir de su boca, sus palabras adquieren unas connotaciones despectivas que no deben dejarnos indiferentes. Yo soy uno de esos imbéciles que, según don Silvio, no somos capaces de interpretar una bromita. Pero entiendan que no me fíe, ni un pelo, de este cachondo fascista que pretende ser estrella en su particular club de la comedia.


Lo que está claro es que con gente como il cavaliere mandando en Europa, la voz y razón de Miriam Makeba tienen mucho sentido y porvenir.

RedDIARIO
MAKEBA EN EL FESTIVAL DE EMANCIPACIÓN DE LA ESCLAVITUD HACE DOS AÑOS



Vídeo para abrazar emociones y compartirlas como un homenaje del corazón y los sentidos hacia una voz que los colmará siempre entre quienes persigan la razón más honda de vivir: dejar vida en la muerte. Vídeo sugerido por PiensaChile.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesitamos muchas Makebas.

Anónimo dijo...

Lecciones no da su vida y su canto, conocimiento y razón.

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