jueves, 2 de octubre de 2008

DE TLATELOLCO A PANDO


Félix Población
Ya que en el post que sigue al que firmo, Melibea se ha servido utilizar la crónica de Julio Peñaloza para recordar la matanza de Pando en Bolivia, ejecutada por terroristas vinculados con las fuerzas opositoras al gobierno de Evo Morales, bien está rememorar otra masacre de la que se cumplen hoy cuarenta años, aunque en este caso sea el terrorismo de Estado el brazo ejecutor. Me refiero, claro está, a la matanza de la plaza Tlatelolco, en Ciudad de México, el 2 de octubre de aquel de 1968 tan señalado por sus consignaciones libertarias en París y Praga. ¡Cuántas veces, sin embargo, se han evocado éstas y qué poco la de la gran Plaza de las Tres Culturas!

A diferencia de otros países de América Latina que están saldando sus cuentas con los gobiernos represivos o dictatoriales durante la guerra fría, todavía no se han dilucidado en México las responsabilidades por aquella masacre bajo la presidencia de Díaz Ordaz. Como en otras operaciones no menos sucias que tuvieron lugar en aquel continente durante esos y sucesivos años, el gobierno mexicano actuó a instancias o bajo el asesoramiento de la embajada norteamericana, diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de 1968.

Aunque las cifras oficiales de muertos como consecuencia de la actuación del ejército no pasaron de 44 estudiantes, sobre una concentración de 8.000, según investigadores independientes el número puede que alcanzara los 300, dado que el ocultamiento, las deficientes investigaciones y las escasas denuncias siguen impidiendo hoy en día determinar el número de fallecidos.

Han pasado 40 años. Nunca se determinó quiénes fueron los principales responsables de aquella barbarie. A miles de jóvenes que sólo reclamaban democracia y libertad, como en Praga y París, se les cercó con tanques como si su palabra y su presencia fuera una declaración de guerra. Ni siquiera hubo un solo detenido por aquello. Durante el gobierno del presidente Fox, en 2003, se quiso maquillar la desfachatez de tamaña deuda con los derechos humanos creando una comisión que investigara los hechos. Fue un vano intento que se diluyó en la impotencia y abundó todavía más en la flagrancia de la impunidad.

Ahora UNASUR va a investigar la masacre de campesinos y estudiantes en Pando, Bolivia. En esta ocasión los terroristas pretendieron combatir con la muerte el voto libre y soberano de la ciudadanía, defensora del gobierno democráticamente elegido de Evo Morales. Los jóvenes de Tlatelolco habrían estado con esos campesinos y estudiantes de Pando. Los ejecutores de unos y otros tienen la misma identidad.

RedDIARIO
+El fantasma de Tlatelolco 40 años después. (Gerardo Albarrán de Alba).
+1968: lo que el viento nos dejó. (Víctor M. Toledo).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre los mismos, la diferencia es que ahora son más los pueblos y más los gobiernos para acabar con la democracia que los de siempre no quieren.

Anónimo dijo...

Dice Vargas Llosa que Morales acabará con Bolivia...Será su Bolivia, la de la pobreza y la explotación. Por qué será que esta gente siempre utiliza el acabamiento de la nación para evitar la emancipación del pueblo.

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