martes, 16 de septiembre de 2008

EL TUFO XENÓFOBO DE RAJOY Y LOS SUEÑOS DE GALLARDÓN


Félix Población
La historia nos advierte que, no los siendo nunca, mucho menos son los periodos de crisis económica los más adecuados para indicar o sugerir interpretaciones o trasfondos xenófobos en la declaraciones políticas. Parece que no basta recordar lo que eso trajo consigo en la Alemania de los años treinta.

Todos sabemos que ese tipo de manifestaciones pueden calar peligrosamente en la ciudadanía, mucho más proclive a dejarse engatusar por la demagogia de esas soflamas cuando se dan circunstancias adversas al bolsillo. Por eso precisamente, sin reparar incluso en los riesgos de sus palabras, hay políticos que recurren a tales manifestaciones con tal de ganarse una migajas de favor entre el respetable más celoso de su raigambre nacional.

Ayer se pronunció inequívocamente en ese sentido el señor Rajoy. Refiriéndose don Mariano a la necesidad de poner remedio a la actual situación económica que vive el país, el dos veces candidato a la Presidencia del Gobierno de España expuso como mejor evidencia de la misma el hecho de que haya 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa. Esto es, que para que los vendimiadores españoles no se vayan fuera, sobran los extranjeros con derecho al paro que residen legalmente en España, han cotizado en la Seguridad Social y pagan sus impuestos como el resto de la ciudadanía.

Poco después de esas declaraciones del líder del PP ante la junta directiva de su partido, en el tedioso programa televisivo Tengo una pregunta para usted, el señor Ruiz Gallardón desmentía sus ambiciones políticas de aspirar a La Moncloa afirmando que el candidato a ese puesto es y será Mariano Rajoy, y que -parafraseando a Salvador de Madariaga- la proa del Partido Popular es el centro político, se supone que con don Mariano de timonel. Eso sí, a la hora de soñar, no tuvo reparo don Alberto en asegurar que hacerlo con la señora Aguirre sería agradable, con lo que el alcalde de Madrid terminó por configurar una comparecencia plana de interés y plena de retórica vacua, en la que más parecía hacer de portavoz al dictado de su partido que de sí mismo como intérprete crítico de aquel PP al dictado de la COPE, con su injuriador Losantos como máximo instigador.

Ayer mismo, un atleta de nombre Abderrahman Ait Khamouch, que siendo un adolescente llegó a España en una patera procedente de una aldea perdida de Marruecos, obtuvo para nuestro país su segunda medalla en los Juegos Paralímpicos de Pekín. Ya sabemos que estas olimpiadas no cuentan con la nombradía y fasto de aquellas otras en que compiten no pocos deportistas forrados de gloria y dinero, pero don Mariano y la sociedad a la que muchos aspiramos debería prestarles mayor atención.

Quienes compiten en esos juegos son gente que como Abderrahman hace de su autoexigencia y afán de superación la mayor y más efectiva lección ética y moral contra todo tufo de marginación y/o xenofobia que pueda darse o estimularse ideológicamente, y que no debería contar nunca como bagaje en la cultura política de un candidato a la Presidencia del Gobierno de España.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gallardón se contagió del PP que no pudo corregir. Es muy probable que en esta legislatura se quemen tanto Rajoy como Gallardón y haya que buscar otro u otra.

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