viernes, 25 de julio de 2008

LA CRISIS ECONÓMICA Y LA GUERRA DE LOS 600.000 MUERTOS


Félix Población

Debemos felicitarnos porque el comandante del Tercer Cuerpo del Ejército de la República Argentina entre 1975 y 1979 haya sido condenado. Luego de treinta años de impunidad, Luciano Benjamín Menéndez, más conocido como el burócrata de la muerte, no ha expresado señal alguna de arrepentimiento o remordimiento como responsable del campo de concentración de La Perla, el tercer centro de ejecución y tortura más prolífico en ciudadanos desaparecidos durante la dictadura militar (2.200) tras la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) y Campo de Mayo. El anciano comandante alegó como otros verdugos que lo suyo fue una guerra contra la subversión.

En nombre también de la subversión terrorista se inició hace un lustro la invasión de Irak, un conflicto catalogado como injusto, ilegal e inmoral, cuyo desarrollo y consecuencias han supuesto hasta ahora no sólo la muerte y mutilación de centenares de miles de víctimas, sino la aplicación por parte de las tropas invasores de los mismos métodos utilizados por el terrorismo de Estado en Argentina durante el infausto gobierno de los centuriones. Se denunciaron torturas y vejaciones en las cárceles de Irak gestionadas por la milicia estadounidense. Hubo crímenes de guerra de los que fueron responsables soldados norteamericanos. Se instauró en Guantánamo una prisión fuera de la ley, a la que hay que añadir otras secretas del mismo carácter que cuentan con el respaldo o el consentimiento de Estados democráticos.

Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, sostiene que el caos económico actual, del que tanto jugo opositor pretende sacar el PP, es en buena parte consecuencia de la invasión de Irak, en la que nos embarcó el gobierno del señor Aznar. Obviamente, el criterio de Stiglitz es mucho más respetable que el del presidente Bush, para quien la crisis económica se debe a una borrachera de Wall Street de la que ahora pasamos la resaca.

A fin de desarrollar con argumentos su tesis, el prestigioso economista escribió junto a la profesora Linda Bilmes un libro titulado La guerra de los tres billones de dólares. Me gustaría que para situar al presidente norteamericano en el lugar que le corresponde, muy cerca del burócrata de la muerte que abre este comentario, no sólo se contabilizase en dólares el desastre de Irak sino en delitos de lesa humanidad, tal como corresponde a los que conocemos, aunque mucho me temo que la justicia internacional nada podría hacer ante tan poderoso genocida. La guerra de los 600.000 muertos bien merece ese calificativo para el Trío (al completo) de las Azores.

RedDIARIO
Un claro día en que se hizo justicia. (Página/12).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué claro hablas, amigo Félix!

Anónimo dijo...

Y pensar que lo de Argentina empezó con un grupo de madres a los que los milicos llamaban locas...¿Dónde las madres iraquíes?

Anónimo dijo...

No llegará ese claro día para las víctimas de la invasión de Irak. Garzón nunca se atreverá con Bush, Blair, Aznar.

Anónimo dijo...

todavia restan otros, la derecha argentina no esta de acuerdo pero no daremos un solo paso atras.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el artículo,nada más. Un saludo.

Anónimo dijo...

La justicia internacional para delitos de lesa humanidad no incluye a quienes dictan el nuevo orden mundial.

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