Félix Población
Mañana se celebrará en Madrid un homenaje a los ex presos y represaliados políticos antifranquistas. Se trata, en efecto, de los primeros españoles en luchar por la democracia, que treinta años después de aprobada la vigente Constitución todavía tienen pendiente este tipo de reconocimientos públicos.
Mañana se celebrará en Madrid un homenaje a los ex presos y represaliados políticos antifranquistas. Se trata, en efecto, de los primeros españoles en luchar por la democracia, que treinta años después de aprobada la vigente Constitución todavía tienen pendiente este tipo de reconocimientos públicos.
Algo no debió de ajustarse a las buenas palabras que siempre les dispensaron los políticos progres con capacidad de gobierno durante nuestra actual democracia para que estos ciudadanos, que hubieron de soportar cárcel y tortura por pretender un país libre, hayan tenido que esperar tantos años para que les lleguen a todos los homenajes y las reparaciones que se merecen
Recordaban ayer el presidente y el secretario de la Asociación de Ex-presos y Represaliados Políticos Antifranquistas que en 1990 se les otorgó un millón de pesetas a los mayores de 65 años que estuvieron más de tres años en prisión, pero que faltan aún muchos otros republicanos, como los que fueron internados en campos de concentración en el exilio, para que se les reconozca su lucha por la democracia. Están deseando, pues, que la vigente ley de la Memoria Histórica se desarrolle para que a muchos de ellos no les llegue la muerte antes que ese mínimo y justo desagravio, paralizado durante la gestión gubernativa del Partido Popular.
Entre quienes padecieron prisión y tortura durante el franquismo y los reclusos y represaliados de otras dictaduras como la argentina o la chilena media la distancia del tiempo, tan decisiva en estos casos. La represión en España se dilató durante casi cuarenta años, a los que don Gervasio Puerta y don Luis Pérez añaden otros 25 años más de silencio que por competir al vigente periodo histórico son sin duda los que más les duelen.
Para paliar en parte esa negligencia, mañana se cantará en la plaza de toros de Vistalegre, en Carabanchel, muy cerca de la cárcel donde buena parte de ellos fueron encerrados en vida durante su juventud libertaria, el poema de Miguel Hernández cuya razón y sentido a ellos más que a nadie califica:
Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
Recordaban ayer el presidente y el secretario de la Asociación de Ex-presos y Represaliados Políticos Antifranquistas que en 1990 se les otorgó un millón de pesetas a los mayores de 65 años que estuvieron más de tres años en prisión, pero que faltan aún muchos otros republicanos, como los que fueron internados en campos de concentración en el exilio, para que se les reconozca su lucha por la democracia. Están deseando, pues, que la vigente ley de la Memoria Histórica se desarrolle para que a muchos de ellos no les llegue la muerte antes que ese mínimo y justo desagravio, paralizado durante la gestión gubernativa del Partido Popular.
Entre quienes padecieron prisión y tortura durante el franquismo y los reclusos y represaliados de otras dictaduras como la argentina o la chilena media la distancia del tiempo, tan decisiva en estos casos. La represión en España se dilató durante casi cuarenta años, a los que don Gervasio Puerta y don Luis Pérez añaden otros 25 años más de silencio que por competir al vigente periodo histórico son sin duda los que más les duelen.
Para paliar en parte esa negligencia, mañana se cantará en la plaza de toros de Vistalegre, en Carabanchel, muy cerca de la cárcel donde buena parte de ellos fueron encerrados en vida durante su juventud libertaria, el poema de Miguel Hernández cuya razón y sentido a ellos más que a nadie califica:
Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
3 comentarios:
Mientras esta gente pasaba lo peor, había otros que se montaban su futuro gracias al caudillo, suelen ser los mismos que deniegan memoria y honor para las víctimas de la dictadura.
...y añado al comentario de Ernest que también son los mismos que dicen que se vivía muy bien en el franquismo y cosas así.
NO es legal la bandera república, o sea, que si la bandera legal es la que es, es la misma que impuso Franco a los presos y represaliados que combatieron por la bandera democrática.
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