Melibea
Tanto en el caso de Fidel Castro como en el de Juan Carlos I, ambos Jefes de Estado sufrieron sus respectivos tropezones al descender por escalinatas blancas en sendos actos presididos por uno y otro. Puede que una escalera de esas características sea especialmente propicia al paso en falso, quizá porque la distinción espacial entre cada peldaño se hace más compleja bajo los efectos de las luces. La prueba es que, en el escenario donde casi se viene abajo el monarca español durante el acto conmemorativo del cincuentenario del Círculo de Economía celebrado en Barcelona, también estuvieron a punto del trastabillón los ex presidentes de la Generalitat, señores Pujol y Maragall, sin que de ello quedara tan flagrante constancia.
Aunque salió mejor parado que Castro en el traspié, no faltan quienes piensan, a la vista de intervenciones como las del Borbón en la cumbre de Chile al pretender acallar a un Jefe de Estado como si se tratara de un súbdito colonial, que los achaques de la edad comienzan a hacer mella en el monarca español y que, en evitación de percances como los comentados o los que pudieran suceder y sucederse en el porvenir, no estaría de más pensar en un relevo en la Corona.
No pasó mucho tiempo entre la caída del anciano comandante y el nombramiento de su hermano Rául Castro como sucesor, si bien hubo de por medio una grave enfermedad intestinal que afectó a Fidel hasta hacer conveniente y necesaria esa fraternal sustitución. En el caso de don Juan Carlos, sobre cuya salud -como sobre la de Castro- nada es posible saber con certeza aunque a veces se aventuren algunos rumores en negativo, ¿podría ser la similitud en el paso en falso que refleja la fotografía un atisbo de que está por llegar, más pronto que tarde, la sustitución filial en la real figura de don Felipe VI?
Tanto en el caso de Fidel Castro como en el de Juan Carlos I, ambos Jefes de Estado sufrieron sus respectivos tropezones al descender por escalinatas blancas en sendos actos presididos por uno y otro. Puede que una escalera de esas características sea especialmente propicia al paso en falso, quizá porque la distinción espacial entre cada peldaño se hace más compleja bajo los efectos de las luces. La prueba es que, en el escenario donde casi se viene abajo el monarca español durante el acto conmemorativo del cincuentenario del Círculo de Economía celebrado en Barcelona, también estuvieron a punto del trastabillón los ex presidentes de la Generalitat, señores Pujol y Maragall, sin que de ello quedara tan flagrante constancia.
Aunque salió mejor parado que Castro en el traspié, no faltan quienes piensan, a la vista de intervenciones como las del Borbón en la cumbre de Chile al pretender acallar a un Jefe de Estado como si se tratara de un súbdito colonial, que los achaques de la edad comienzan a hacer mella en el monarca español y que, en evitación de percances como los comentados o los que pudieran suceder y sucederse en el porvenir, no estaría de más pensar en un relevo en la Corona.
No pasó mucho tiempo entre la caída del anciano comandante y el nombramiento de su hermano Rául Castro como sucesor, si bien hubo de por medio una grave enfermedad intestinal que afectó a Fidel hasta hacer conveniente y necesaria esa fraternal sustitución. En el caso de don Juan Carlos, sobre cuya salud -como sobre la de Castro- nada es posible saber con certeza aunque a veces se aventuren algunos rumores en negativo, ¿podría ser la similitud en el paso en falso que refleja la fotografía un atisbo de que está por llegar, más pronto que tarde, la sustitución filial en la real figura de don Felipe VI?
2 comentarios:
Muy interesante la comparación que haces sobre las dos sucesiones y los dos tropezones...
Uno llegó al poder derrocando a un tirano, el otro llegó al poder gracias a un tirano.
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