Félix Población
Con el sentido de la oportunidad periodística que ya comienza a caracterizar al joven rotativo, el diario Público da a conocer en su edición de hoy, a cinco días del inicio del congreso del Partido Popular, una encuesta en la que casi la mitad de los votantes del PP se decanta por un giro hacia posturas más centristas y moderadas, y está muy cerca del 70 por ciento el número de partidarios de establecer acuerdos concretos con el Gobierno sobre materias que por su trascendencia en la gobernación del Estado así lo demanden.
Pero lo que más me ha interesado del sondeo han sido los datos relativos a la influencia de los que hasta el día de la fecha han sido calificados como medios afines a la airada oposición y que, según evidencia la encuesta, parecen estar lejos de tal estimación en el día de la fecha.
No esperaba que tanto la cadena radiofónica COPE, con don Federico Jiménez como máximo mentor de la cúpula aznariega del PP, como el diario El Mundo de don Pedro el de la Jota, aliado en la misma estrategia con la emisora de la obispalía, fueran dos medios con mucho menos ascendiente sobre los votantes del Partido Popular del que se calculaba:
Más de cincuenta por ciento (52,1) no lee ni conoce la opinión del director del citado periódico y casi el 40 (38,2) desconoce las insidiosas soflamas de Losantos. Se acerca al el 30 por ciento (29,1) el número de votantes que no comulga con el criterio del primero y algo más de 40 por ciento (43,7) no recibe de buen grado las críticas del segundo, con las que está en total desacuerdo casi el 30 por ciento (29,4).
Si esto es así ahora, cabría preguntarse si los datos obedecen a una realidad coyuntural, derivada de un cambio en el seguimiento de ambos medios como consecuencia de la derrota electoral del PP, o si se ajustan a una estimación que durante la pasada legislatura hubiera sido similar. De darse este último caso, verosímil por cuanto un sondeo de estas características no suele registrar variaciones que lo modifiquen drásticamente en unos cuantos meses, la amotinada oposición ejercida por el Partido Popular durante el pasado cuatrienio respondería a lo que siempre creí y cuyos precedentes encontramos en la legislatura previa a la derrota del Partido Socialista en la elecciones de 1996.
Con el sentido de la oportunidad periodística que ya comienza a caracterizar al joven rotativo, el diario Público da a conocer en su edición de hoy, a cinco días del inicio del congreso del Partido Popular, una encuesta en la que casi la mitad de los votantes del PP se decanta por un giro hacia posturas más centristas y moderadas, y está muy cerca del 70 por ciento el número de partidarios de establecer acuerdos concretos con el Gobierno sobre materias que por su trascendencia en la gobernación del Estado así lo demanden.
Pero lo que más me ha interesado del sondeo han sido los datos relativos a la influencia de los que hasta el día de la fecha han sido calificados como medios afines a la airada oposición y que, según evidencia la encuesta, parecen estar lejos de tal estimación en el día de la fecha.
No esperaba que tanto la cadena radiofónica COPE, con don Federico Jiménez como máximo mentor de la cúpula aznariega del PP, como el diario El Mundo de don Pedro el de la Jota, aliado en la misma estrategia con la emisora de la obispalía, fueran dos medios con mucho menos ascendiente sobre los votantes del Partido Popular del que se calculaba:
Más de cincuenta por ciento (52,1) no lee ni conoce la opinión del director del citado periódico y casi el 40 (38,2) desconoce las insidiosas soflamas de Losantos. Se acerca al el 30 por ciento (29,1) el número de votantes que no comulga con el criterio del primero y algo más de 40 por ciento (43,7) no recibe de buen grado las críticas del segundo, con las que está en total desacuerdo casi el 30 por ciento (29,4).
Si esto es así ahora, cabría preguntarse si los datos obedecen a una realidad coyuntural, derivada de un cambio en el seguimiento de ambos medios como consecuencia de la derrota electoral del PP, o si se ajustan a una estimación que durante la pasada legislatura hubiera sido similar. De darse este último caso, verosímil por cuanto un sondeo de estas características no suele registrar variaciones que lo modifiquen drásticamente en unos cuantos meses, la amotinada oposición ejercida por el Partido Popular durante el pasado cuatrienio respondería a lo que siempre creí y cuyos precedentes encontramos en la legislatura previa a la derrota del Partido Socialista en la elecciones de 1996.
Esta vez, sin embargo, la confabulación político-mediática no tuvo reflejo victorioso en el electorado porque no se ajustaba a la realidad sociológica del país. Por mucho que se tratara de maximizar el influjo de los llamados medios afines en la cúpula del PP, la sociedad respiraba otros aires que no se dejaron malear por quienes no la reflejaban con su desmesura.
3 comentarios:
Vamos a apostar por la bronca de esos dos medios a ver qué pasa, ya que tenemos tan mal perder que no hemos podido encajar nuestras propias mentiras para ganar las elecciones de 2004. Esto es lo que pensó el PP, Rajoy incluido, en ese año. Y como le salió mal, pues no ganó en 2008, ahora se recicla y se hace moderado y sólo una gestión insatisfactoria del PSOE en esta legislatura hará que el electorado olvide lo que fue el PP en esta legislatura pasada. Mientras, los medios afines, jugarán a lo único que saben, que es a ganar dinero con la ausiencia más cerril.
Siempre serán lo que son mientras no se comprometan a renegar de lo que fueron.
La condena a Losantos indica que ha empezado la regresión de su negocio, ya se verá.
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