Félix Población
Ya durante su breve gestión al frente del Ministerio de Vivienda, a doña Carme Chacón se le deslizaron algunos errores que denotaron más que nada su inexperiencia mediática en el tratamiento de su nuevo cargo. Por eso, y porque ahora la dimensión del mismo a la cabeza del Ministerio de Defensa ha sido realzada para bien y para mal por unos y otros, debería la señora Chacón estar apercibida de la trascendencia que cualquier tipo de yerro puede tener en los medios de información. Si además ese error se centra precisamente en los medios que deben leer o no sus subordinados, no es de extrañar que las críticas lluevan contra la ministra, avaladas en este caso por la notable entidad del desliz.
Doña Carme ha resuelto que los militares no tengan acceso a determinadas páginas de Internet, concretamente las que corresponden a la revista Interviú, caracterizada por sus desnudos femeninos, y a los diarios deportivos As y Marca, editados en Madrid, sin que me conste que los otros dos diarios deportivos con sede en Barcelona merezcan igual tratamiento. El pretexto para adoptar tal prohibición se basa al parecer en que la red del Ministerio de Defensa se colapsa por tal motivo, como si la atención prestada a esas páginas por los militares y personal civil adscritos al mismo fuera tan masiva e intensiva que repercutiera de ese modo en su sistema informático.
Si fuera así, lo que se traslada a la ciudadanía es una percepción nada lisonjera de la actividad laboral que compete a quienes trabajan en los diversos departamentos de Defensa, como si una mayoría muy respetable de los funcionarios estuviera obsesionada con el seguimiento a destajo de las citadas publicaciones, a falta de un quehacer más provechoso para la sociedad a la que se deben y les paga.
Estoy convencido de que la señora ministra no ha pretendido dar esa imagen con la expeditiva disposición adoptada, pero deberá comprender que entre el personal ahora a sus órdenes semejante medida haya sentado todo lo mal que comporta la posibilidad de transmitir esa ociosa perspectiva. Doña Carme Chacón ha querido atajar un problema que sin duda se podría haber resuelto de otro modo, porque además de esa impresión desfavorable de su Ministerio -aunque sea para corregir su funcionamiento-, también se puede tener la sensación de que a los militares se les ha tratado como a niños traviesos, incapaces de asumir con diligencia la responsabilidad de su oficio como no sea tal como la señora Chacón ha resuelto.
Un periódico de Barcelona aventuró hace unos días que doña Carme podía ser en el futuro la alternativa de sucesión a ZP en el caso de que la lideresa Aguirre llegase a aspirar a La Moncloa. No me lo creo. En ninguno de los dos casos.
Ya durante su breve gestión al frente del Ministerio de Vivienda, a doña Carme Chacón se le deslizaron algunos errores que denotaron más que nada su inexperiencia mediática en el tratamiento de su nuevo cargo. Por eso, y porque ahora la dimensión del mismo a la cabeza del Ministerio de Defensa ha sido realzada para bien y para mal por unos y otros, debería la señora Chacón estar apercibida de la trascendencia que cualquier tipo de yerro puede tener en los medios de información. Si además ese error se centra precisamente en los medios que deben leer o no sus subordinados, no es de extrañar que las críticas lluevan contra la ministra, avaladas en este caso por la notable entidad del desliz.
Doña Carme ha resuelto que los militares no tengan acceso a determinadas páginas de Internet, concretamente las que corresponden a la revista Interviú, caracterizada por sus desnudos femeninos, y a los diarios deportivos As y Marca, editados en Madrid, sin que me conste que los otros dos diarios deportivos con sede en Barcelona merezcan igual tratamiento. El pretexto para adoptar tal prohibición se basa al parecer en que la red del Ministerio de Defensa se colapsa por tal motivo, como si la atención prestada a esas páginas por los militares y personal civil adscritos al mismo fuera tan masiva e intensiva que repercutiera de ese modo en su sistema informático.
Si fuera así, lo que se traslada a la ciudadanía es una percepción nada lisonjera de la actividad laboral que compete a quienes trabajan en los diversos departamentos de Defensa, como si una mayoría muy respetable de los funcionarios estuviera obsesionada con el seguimiento a destajo de las citadas publicaciones, a falta de un quehacer más provechoso para la sociedad a la que se deben y les paga.
Estoy convencido de que la señora ministra no ha pretendido dar esa imagen con la expeditiva disposición adoptada, pero deberá comprender que entre el personal ahora a sus órdenes semejante medida haya sentado todo lo mal que comporta la posibilidad de transmitir esa ociosa perspectiva. Doña Carme Chacón ha querido atajar un problema que sin duda se podría haber resuelto de otro modo, porque además de esa impresión desfavorable de su Ministerio -aunque sea para corregir su funcionamiento-, también se puede tener la sensación de que a los militares se les ha tratado como a niños traviesos, incapaces de asumir con diligencia la responsabilidad de su oficio como no sea tal como la señora Chacón ha resuelto.
Un periódico de Barcelona aventuró hace unos días que doña Carme podía ser en el futuro la alternativa de sucesión a ZP en el caso de que la lideresa Aguirre llegase a aspirar a La Moncloa. No me lo creo. En ninguno de los dos casos.
7 comentarios:
Nunca pensé que esa señora fuera competente. Sobre todo después de aceptar un ministerio que le duró ocho meses y cambiarse a otro como el que cambia de camisa. ¿No dio ZP, antes que su fervor feminista, sensación de que los ministros, más si son mujeres, valen para cualquier gestión aquíu y allá?
Zapatero actuó para la galería y puede que lo pague caro.
En mi TRABAJO no tenemos acceso a ese tipo de páginas (y muchas más que son de puro entretenimiento).
Creo normal que esto se haga en todos los TRABAJOS.
¿El modo no ha sido correcto? Puede, pero en el fondo me parece bien la medida.
La señora ministra hace bien en meter en cintura a tanto militar vegetativo como pulula por esos ministerios de dios, de seguro que la situación era mucho peo que la que ha obligado a la ministra a tomar esa medida, de lo contrario no se entiende que fuera tan drástica.
Me parece que le tenían ganas a la Chacón y han aprovechado la primera oportunidad para ponerla a parir.
Me temo que una vez más los árboles nos impiden ver el bosque.
Puede que la forma de llevar a cabo la medida no sea la adecuada. Puede que hasta resulte hipócrita hablar de colapso del servidor, cuando lo que está colapsado es el desarrollo del trabajo.
Ahora esperemos a ver qué pasa en otros ministerios.
DESIDERATA
Efectivamente, ese tipo de medidas- impopulares para los colectivos a los que se aplican- hacen mucha falta en toda la administración, no sólo en Defensa. Los chats y juegos on line están plagados de decenas de miles de funcionarios que, tras la salida al almuerzo que puede durar hora y media, se ponen frente al ordenador como si estuviesen haciendo algo de provecho y en realidad navegan, chatean y juegan al mus con toda naturalidad.
De modo que si "capan" determinadas páginas me parece excelente, como se llegó a hacer con las líneas telefónicas para evitar los abusos, por el tiempo perdido en esos menesteres y el gasto derivado.
Si la Chacón mete la pata, como a cualquiera, a exigirle responsabilidades, pero que la pogan a parir por cuidar de los intereses de los ciudadnos no tiene sentido, salvo mala fe.
Publicar un comentario