Lazarillo
Aprovecho la imagen de Aminetu Haidar, la mujer saharaui que pasó cuatro años presa por sus ideas independentistas en la llamada cárcel negra de El Aaiún, y que hoy abre la entrevista que le dedica el diario El País (Hay que dar paso a los amantes de la paz), para referirme a otras informaciones con menor trascendencia pública.
La mediatizada y tornadiza política internacional hace posible que, en lugar de ceñirse a sus compromisos con la legalidad -tal como estipulan las diversas resoluciones acordadas en el pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU-, Peter van Walsum, representante del secretario general de Naciones Unidas, desestime ahora la celebración del referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental y considere que el objetivo de la independencia no es realista. Según esta opinión, que ha ocupado los titulares de los periódicos días atrás, el Frente Polisario debería renunciar a la creación de un Estado saharaui y la ONU no obligará a Marruecos a que el prometido referéndum se celebre.
Es lógico que ante los malos indicios que una noticia de ese carácter sugiere, la reacción haya sido airada en el FP, tal como recoge hoy El Semanal Digital, y que esta publicación la vincule con otros dos hechos informativos de cierta significación, marcados ambos por el calificativo socialista que los une y contrasta. El primero es la posibilidad de creación de un Partido Socialista Saharaui, del que se hace eco el diario marroquí Al Nahar Al Magrebiya. El segundo es el manifiesto que una corriente de opinión de simpatizantes del PSOE, aglutinada bajo la denominación Socialistas españoles por el Sáhara, suscribió hace casi tres años y fue relanzado pocos días antes de las pasadas elecciones generales. A la cabeza de los 37 firmantes figura Javier Auserd y en el texto se asegura que lo apoyan muchos militantes del PSOE, sin que se pretenda con ello encabezar una revuelta dentro de las filas del partido.
Somos socialistas -se afirma -, militantes del Partido Socialista Obrero Español. Y, precisamente por eso, somos luchadores por la libertad y la democracia y activistas de los Derechos Humanos de todos los pueblos oprimidos del mundo. Por tanto, también y especialmente, del pueblo saharaui. También se apela al propio pasado familiar de ZP al recordar que nuestros padres y abuelos pagaron en España el más alto precio que puede pagar nadie por la defensa coherente de sus ideas y su ética: la vida.
En el manifiesto se hace constar que es vergonzosa la pasividad y el silencio cómplice de nuestro gobierno socialista y de nuestro Partido Socialista y no se comprende la actitud pública del gobierno del compañero Zapatero ni la oficial del propio Partido Socialista, porque nos parecen paños calientes que no resuelven nada y que perpetúan una situación injusta e insostenible. Únicamente se admite que este gobierno y este Partido no han creado esta situación y se la han encontrado así, aunque sí le toca resolverla como les han tocado otras situaciones que han resuelto de forma valiente, firme y decidida.
También se le recuerda al señor Ministro de Asuntos Exteriores que el dictamen de Hans Corell, secretario general adjunto de la ONU para asuntos jurídicos, estipula que el estatuto de potencia administrativa del Sáhara sigue siendo responsabilidad de España.
Es lógico que ante los malos indicios que una noticia de ese carácter sugiere, la reacción haya sido airada en el FP, tal como recoge hoy El Semanal Digital, y que esta publicación la vincule con otros dos hechos informativos de cierta significación, marcados ambos por el calificativo socialista que los une y contrasta. El primero es la posibilidad de creación de un Partido Socialista Saharaui, del que se hace eco el diario marroquí Al Nahar Al Magrebiya. El segundo es el manifiesto que una corriente de opinión de simpatizantes del PSOE, aglutinada bajo la denominación Socialistas españoles por el Sáhara, suscribió hace casi tres años y fue relanzado pocos días antes de las pasadas elecciones generales. A la cabeza de los 37 firmantes figura Javier Auserd y en el texto se asegura que lo apoyan muchos militantes del PSOE, sin que se pretenda con ello encabezar una revuelta dentro de las filas del partido.
Somos socialistas -se afirma -, militantes del Partido Socialista Obrero Español. Y, precisamente por eso, somos luchadores por la libertad y la democracia y activistas de los Derechos Humanos de todos los pueblos oprimidos del mundo. Por tanto, también y especialmente, del pueblo saharaui. También se apela al propio pasado familiar de ZP al recordar que nuestros padres y abuelos pagaron en España el más alto precio que puede pagar nadie por la defensa coherente de sus ideas y su ética: la vida.
En el manifiesto se hace constar que es vergonzosa la pasividad y el silencio cómplice de nuestro gobierno socialista y de nuestro Partido Socialista y no se comprende la actitud pública del gobierno del compañero Zapatero ni la oficial del propio Partido Socialista, porque nos parecen paños calientes que no resuelven nada y que perpetúan una situación injusta e insostenible. Únicamente se admite que este gobierno y este Partido no han creado esta situación y se la han encontrado así, aunque sí le toca resolverla como les han tocado otras situaciones que han resuelto de forma valiente, firme y decidida.
También se le recuerda al señor Ministro de Asuntos Exteriores que el dictamen de Hans Corell, secretario general adjunto de la ONU para asuntos jurídicos, estipula que el estatuto de potencia administrativa del Sáhara sigue siendo responsabilidad de España.
3 comentarios:
No hay vergüenza. Se condenan más fácilmente las injusticias cuando compete a otros solucionarlas. Así es en lo grande y en lo pequeño, en lo político y en lo personal.
Es imposible que el PSOE pueda armonizar su sigla ese con la tarea de gobierno en éste como en otros muchos aspectos. Ya no es ni Partido Socialdemócrata Español, mucho menos obrero.
SAHARA LIBRE YA
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