jueves, 3 de abril de 2008

AZNAR, VARGAS LLOSA Y LA FUTURA PRESIDENTA DE ESPAÑA

Lazarillo
Con motivo del vigésimo aniversario de la Fundación por la Libertad que preside el potentado escritor don Mario Vargas, se celebró el pasado viernes una cena en Buenos Aires a la que asistieron en torno a 1.200 comensales, entre los que se encontraban seis ex mandatarios latinoamericanos, el ex presidente don José María Aznar y la presidenta de la Comunidad de Madrid, señora Aguirre. Junto a ellos no faltaban economistas, expertos y altos funcionarios y ex-funcionarios públicos adscritos a la órbita neoliberal, muy contrariados todos ellos porque en aquel subcontinente las urnas no pintan favorables para sus intereses.

Acostumbrados a otras calendas más seguras y prósperas para sus bolsillos, los reunidos no pudieron evitar el desasosiego que les socava ante el porvenir. Por eso, a la hora de los brindis, el maestro de ceremonias hubo de recurrir en los dos momentos en que levantó su copa a las que más parecen dotes de fabulador que caracterizan a don Mario. El primero, en honor a don José María, para quien solicitó un prolongado aplauso por el reconocimiento de su personalidad allende las fronteras de su país. El segundo, por don Sebastián Piñera, futuro presidente de Chile, y doña Esperanza Aguirre, futura presidenta de España y del Partido Popular.

Por lo inusitado y aventurado de este segundo brindis, tal parece que la convocatoria no estuviera programada por la Fundación para la Libertad del señor Vargas Llosa, que por cierto recomendó el voto a doña Rosa Díez en las pasadas elecciones, sino por el diario El Mundo, la emisora de la obispalía española y esa página web que bajo el epígrafe Esperanza 2012 postula la inmediata retirada de don Mariano Rajoy para hacer verosímil el brindis de Buenos Aires.

Se cuenta en la referencia que publica hoy El Confidencial que don José María Aznar se abstuvo explícitamente del aplauso para celebrar este último anhelo. En vez de dar palmas, se cruzó de brazos y se echó hacia atrás en la silla, circunstancia que el glosador aprovecha para preguntarse cómo puede ser un gesto de disgusto del ex presidente con el bigote rapado. Es evidente que Aznar no quiere que le carguen el sambenito de estar conspirando contra Rajoy –dice el comentarista-, y para ello no duda, incluso, en un cambio de imagen. ¿No dicen que son tiempos de renovación?

Pero si don José María pretende evitar ese sambenito, ¿a qué viene convocar a la lideresa Aguirre a una cena con varios ex líderes de gobierno en la que se la promociona de tal guisa con un sorbito de champán?


RedDIARIO
Rajoy invita a comer a Esperanza Aguirre para limar asperezas. (El País).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estando, aunque no aplaudiera, es como si aplaudiera porque no se puede hacer un brindis así sin que el representante más cualificado del país aludido este al margen.

Anónimo dijo...

No sería bueno para España que el PP se rompa, pero como esa tipa no deje de incordiar me temo que se romperá.

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