Félix Población
Al final, como era previsible, el voto del Follonero se lo llevó ZP, que aludió a Javier Bardem al término del debate, recriminándole a don Mariano el tratamiento ofensivo con el que él, su partido y los medios de información afines al PP trataron a los actores, artistas e intelectuales de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ). El señor Rajoy encajó muy mal el reproche y se mostró tal cual ha sido a lo largo de la legislatura, a pesar de los forzados intentos de moderación electoralista que le han acicalado en las últimas semanas.
En realidad, don Mariano apenas ha sabido disimular durante todo el debate la airada oposición que su partido ha interpretado desde que no supo encajar la derrota en las urnas de hace cuatro años. Visto que las críticas a la política económica del Gobierno apenas afectaron a su adversario, más que nada porque reincidían en lo que le costó a don Manuel Pizarro un varapalo en toda regla por parte del señor Solbes hace unas fechas, el señor Rajoy se limitó a recurrir una vez más al discurso catastrofista en el que basó el Partido Popular su estrategia fundamental para desgastar al Gobierno.
Ninguno de sus argumentos, afectados todos ellos por el denominador común de inspirar miedo más que confianza, tuvo la suficiente consistencia porque, además de manidos, no responden a la realidad. España no se rompe, nunca ETA mató menos y estuvo tan acosada como ahora y la inmigración no constituye una avalancha de delincuencia. Pero aunque don Mariano hubiese contado con mejores, más convincentes y menos falaces razonamientos que los expuestos, su intervención de ayer ante millones de ciudadanos va a quedar determinada por una frase que recuerda la que pronunció en el Congreso en una de las calenturientas sesiones protagonizadas por su partido.
Entonces dijo que ZP traicionaba a los muertos, en referencia a las víctimas del terrorismo. Ayer, cuando más debería comedirse por la trascendencia del envite, acusó al Presidente del Gobierno de agredir a esas víctimas, sin que a instancias del señor Rodríguez Zapatero don Mariano mostrase el más mínimo atisbo de retirar tamaño dislate. No se puede aspirar a la Presidencia del Gobierno formulando este tipo de inculpaciones contra quien la ejerció en representación de todos los españoles. Esos recursos quedan para la emisora de la obispalía, máxima culpable de conducir el liderato de don Mariano hacia el derrumbadero.
Si esa frase es de todo punto inadmisible cuando el terrorismo mata, emplearla contra el Jefe del Gobierno cuando menos han sido las víctimas provocadas por ETA gracias a la política antiterrorista desarrollada en estos cuatro años es la mejor razón para votar en contra de quien, tan errada como cerrilmente, ha utilizado además ese argumento como socorrida arma de oposición durante toda una legislatura.
RedDIARIO
Al final, como era previsible, el voto del Follonero se lo llevó ZP, que aludió a Javier Bardem al término del debate, recriminándole a don Mariano el tratamiento ofensivo con el que él, su partido y los medios de información afines al PP trataron a los actores, artistas e intelectuales de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ). El señor Rajoy encajó muy mal el reproche y se mostró tal cual ha sido a lo largo de la legislatura, a pesar de los forzados intentos de moderación electoralista que le han acicalado en las últimas semanas.
En realidad, don Mariano apenas ha sabido disimular durante todo el debate la airada oposición que su partido ha interpretado desde que no supo encajar la derrota en las urnas de hace cuatro años. Visto que las críticas a la política económica del Gobierno apenas afectaron a su adversario, más que nada porque reincidían en lo que le costó a don Manuel Pizarro un varapalo en toda regla por parte del señor Solbes hace unas fechas, el señor Rajoy se limitó a recurrir una vez más al discurso catastrofista en el que basó el Partido Popular su estrategia fundamental para desgastar al Gobierno.
Ninguno de sus argumentos, afectados todos ellos por el denominador común de inspirar miedo más que confianza, tuvo la suficiente consistencia porque, además de manidos, no responden a la realidad. España no se rompe, nunca ETA mató menos y estuvo tan acosada como ahora y la inmigración no constituye una avalancha de delincuencia. Pero aunque don Mariano hubiese contado con mejores, más convincentes y menos falaces razonamientos que los expuestos, su intervención de ayer ante millones de ciudadanos va a quedar determinada por una frase que recuerda la que pronunció en el Congreso en una de las calenturientas sesiones protagonizadas por su partido.
Entonces dijo que ZP traicionaba a los muertos, en referencia a las víctimas del terrorismo. Ayer, cuando más debería comedirse por la trascendencia del envite, acusó al Presidente del Gobierno de agredir a esas víctimas, sin que a instancias del señor Rodríguez Zapatero don Mariano mostrase el más mínimo atisbo de retirar tamaño dislate. No se puede aspirar a la Presidencia del Gobierno formulando este tipo de inculpaciones contra quien la ejerció en representación de todos los españoles. Esos recursos quedan para la emisora de la obispalía, máxima culpable de conducir el liderato de don Mariano hacia el derrumbadero.
Si esa frase es de todo punto inadmisible cuando el terrorismo mata, emplearla contra el Jefe del Gobierno cuando menos han sido las víctimas provocadas por ETA gracias a la política antiterrorista desarrollada en estos cuatro años es la mejor razón para votar en contra de quien, tan errada como cerrilmente, ha utilizado además ese argumento como socorrida arma de oposición durante toda una legislatura.
RedDIARIO
Por dios os lo pido, haced como yo, decid que Mariano estuvo muy bien, que le pegó una paliza al proetarra, acosador de obispos y arrestador de generales golpistas. Os lo pido por Dios, así, con mayúscula, para que la izquierda se acojone y vaya a votar. Porque como dicen los socialistas catalanes, si no vamos, ellos vuelven. (Manuel Saco)
2 comentarios:
Ayer ZP tampoco estuvo bien. Si hubiera sido más resultivo en responder a los insultos de mentiroso que le propinó Rajoy, el resultado le habría sido mucho más favorables.
Lo higiénico sería que Rajoy se la pegara, pero el problema de este país es que hasta esto parece improbable después de estos cuatro años.
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