miércoles, 27 de febrero de 2008

LA NIÑA DE RAJOY


Lazarillo
Tengo entendido que hasta en el propio feudo genovés no agradó el colofón con el que el señor Rajoy concluyó su debate con ZP el pasado lunes. Tal como se desarrolló el mismo, con don Mariano desbocado en las críticas, las descalificaciones y hasta las ofensas hacia el candidato socialista, el líder del Partido Popular no era nada creíble como bonancible abuelito de Heidi contándonos el cuento de su niña. No porque ese papel no casara con el señor Rajoy crispado y en permanente ánimo pugnaz contra su adversario que presenciamos a lo largo del debate, sino porque el guión leído con muy escasa convicción por su parte pecaba en exceso de ranciedad, cursilería y populismo trasnochado.

A la sociedad española vigente, tan moderna como permanentemente renovada y en consonancia con la ciudadanía europea, no se le puede ir con lisonjas patrioteras, grandilocuencia conceptual y manidas metáforas próximas al engreimiento de estirpe y condición. De hacerlo, se corre el riesgo de que surjan de inmediato, tal como ha sucedido, mil y una versiones chacoteras que conducen al desprestigio, burla o chanza de quien se ha servido de un mensaje tan desfasado de concepto y forma.

La primera, no demasiado ingeniosa por parte de los militantes y simpatizantes socialistas, corre ya desde ayer a través de los socorridos SMS, que tan buena e inmediata cobertura prestan a este tipo de ocurrencias: Se busca a una niña, lleva un bonobús, responde al nombre de Esperanza, va acompañada de un abuelito jubilado de Endesa, se han perdido. Por favor, llamar a sus padres Mariano y José Mari, calle Conferencia Episcopal, 1.

Mucho me temo que la desafortunada conclusión con la que don Mariano se dirigió el lunes al respetable responde a la filosofía propagandística que está caracterizando la campaña electoral del Partido Popular. Como se sabe, el promotor de la misma, don Antonio Solá, se ha limitado a imitar o plagiar las que verificó en Guatemala con el Partido Patriótico y en México con el PAN, sin reparar en la distancia sociológica que media entre aquellos países y el nuestro.

En ese sentido, y teniendo en cuenta algunos de los magníficos vídeos realizados por la cineasta Isabel Coixet para el Partido Socialista, creo que el PP no sólo se ha equivocado de política a lo largo de los pasados cuatros años, sino que esa falta de criterio lúcido y constructivo para hacer oposición le ha privado también de perspectiva para hacer una campaña electoral adaptada a la España que vivimos.


RedDIARIO
Quiero un país donde la niña de Rajoy viva en una sociedad en la que ningún partido político recurra una ley de igualdad entre hombres y mujeres. (ZP)

2 comentarios:

El Observador de medios dijo...

Esta vez se ha pasado. Con lo de la niña tal vez intentó mostrar su lado "humano" o rascar votos de la manera más ingenua que pueda imaginarse. Ni siquiera la sociedad española está preparada para tanta estupidez. El problema es que sin violines de fondo la cosa pierde credibilidad, tanto como una serie de humor norteamericana sin risas de fondo.

Anónimo dijo...

Se dice que es obra del propio Rajoy, pero para ese le falta el convencimiento que no tuvo.

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