martes, 29 de enero de 2008

EL SÍNDROME LAMELA Y EL DOLOR DE 300.000 ENFERMOS


Félix Población
Un auto de la Audiencia Provincial de Madrid acaba de descartar que haya habido malas prácticas médicas en el Hospital Severo Ochoa de Leganés por supuestas sedaciones irregulares a pacientes terminales. Acaban así casi tres años de una insidiosa campaña de descrédito contra los facultativos de un centro de sanidad público, auspiciada desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que ha contado para reafirmarla con la cobertura mediática de la cadena radiofónica de la obispalía, desde la que se han vertido todo tipo de injurias y calumnias contra el doctor Montes y sus compañeros.

Todo empezó con una denuncia anónima, formulada a primeros de marzo de 2005, en la que se acusaba a médicos de Urgencias del Severo Ochoa de 400 homicidios por la aplicación de sedaciones excesivas. Tanto don Luis Montes como doña Carmen Ortiz, presidenta de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, consideran que desde esa fecha hasta hoy en que la justicia absuelve a quienes el Partido Popular pretendió condenar, todo obedeció a un montaje para desprestigiar a la sanidad pública. Los datos de los últimos cuatro años en la Comunidad de Madrid así lo corroboran. Según UGT, se han incrementado los conciertos en la sanidad regional en un 76,27 por ciento. En cifras presupuestarias se ha pasado a destinar para asistencia gratuita en centros privados de 531 millones de euros en 2004 a 936 en 2008.

Hay además otros números muy significativos que aporta la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras: En Madrid, desde que el caso del hospital de Leganés se hizo público, ha aumentado en un 21,6 por ciento el número de contrataciones a seguros médicos privados, al que en 2006 estaba acogido el 29,5 por ciento de los ciudadanos.

Pero si toda esa nauseabunda campaña de descrédito a la que han estado sometidos durante mil días unos dignísimos profesionales de la medicina pública es de todo punto censurable por lo que pueda comportar de negocio para la sanidad privada, ¿qué decir del incremento del dolor en los enfermos terminales, acumulado durante estos tres pasados años, como consecuencia de un
comprensible exceso de comedimiento por parte de los médicos en la aplicación de sedaciones paliativas?

El doctor Montes tiene la certidumbre de que desde hace tres años en Madrid al menos se muere mucho peor. Ayer escuché en un noticiario radiofónico que durante ese tiempo un total de 300.000 enfermos terminales acaso hayan fallecido en España con más padecimiento del humanamente aplacable. Aunque sólo fuera por todas las agonías dolientes que podrían concernirles, la lideresa Aguirre y su consejero Lamela deberían pedir perdón.


RED/DIARIO
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LA TORCIDA FE DE LA DERECHA
La sentencia de la Audiencia de Madrid nunca convencerá a esa derecha de que los médicos de urgencias de Leganés no mataban a sus pacientes.
En la atribución de maldades a la izquierda tal vez yerre en algún detalle, pero para esa derecha la verdad no está en los detalles. La verdad emana de su fe y nada más que de su torcida fe. Los hechos, las sentencias, los contrastes, los desmentidos son irrelevantes. De ahí que se trate de una derecha tan problemáticamente democrática. Aun así, no debería haber duda de que esa derecha no es toda la derecha española. No lo es pero lo parece, y por parecerlo es por lo que va a perder estrepitosamente estas elecciones.

Antonio Avendaño, Público
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QUE ME ATIENDA EL DOCTOR MONTES
El hospital “Severo Ochoa” es un ejemplo de lo que puede hacer un poder político que no sabe separar las creencias religiosas de la acción política. En algunas Comunidades Autónomas corremos el riesgo de que se nos diga lo que tenemos que hacer en función de la religión del partido que gane las elecciones. No puede ser.Tenemos que reivindicar en España la idea de una sociedad aconfesional. Eso es lo que dice la Constitución. Pero no se lo creen algunos líderes políticos.Que no os pregunten si sois religiosos, laicos o aconfesionales: simplemente exigid que, en la hora final, esté a vuestro lado la mano comprensiva con el ser humano del Dr. Montes.
Luis Solana

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Para Lamela es muy poco pedir perdón, aunque no lo pida. Se merece el banquillo, como Losantos por llamar doctor Muerte al médico Montes.

Anónimo dijo...

No sería exceso de comedimiento sino miedo. Los médicos sin duda evitaría pasar por el trago que pasó Montes y el hospital de Leganés. Esa es la lección moral que da el PP de la Cope de los obispos a los ciudadanos.

Anónimo dijo...

yo estoy con Simancas cuando denunciaba lo de las eutanasias masivas (si, fue él http://www.abc.es/Hemeroteca/dia-17-04-2005/Madrid/). En realidad lo que pasó es que el dr. Montes no siguió los protocolos medicos establecidos, sino que se inventó uno que le pareció mejor. Consiguió que las urgencias de Leganes tuvieran la tasa de mortalidad mas alta de España, y posiblemente de Europa lo que hizo saltar todas las alarmas. Logicamente el Colegio de Medicos dictaminó que hubo mala praxis medica. LO que ahora dice la Audiencia es que como no hubo autopsias no se puede dictaminar la causa de muerte, y por tanto no procede hablar de mala praxis en sentido legal, pero si en sentido medico. Es decir, si que hubo mala praxis

Anónimo dijo...

El mejor sentido médico es el que aconseja reducir el dolor de los enfermos terminales si estos o sus familiares así lo requieren. Estoy convenido de que desde que el caso Montes saltó a la publicidad de los medios afines al PP, donde se le calificó de asesino y doctor Muerte, muchos colegas prefirieron prolongar ese dolor antes que pasar por el mismo calvario que Montes.

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