miércoles, 23 de enero de 2008

EKAIZER DEJA EL PAÍS Y SE VA A PÚBLICO

Melibea
Cuando un destacado director adjunto de un periódico de prestigio como El País, con 58 años cumplidos y una valía profesional incontestable como analista político, abandona la acogedora preeminencia y estabilidad de su cargo en un diario boyante por el desempeño de su oficio en un nuevo y joven rotativo, se me ocurre esbozar tres argumentos. Uno, que don Ernesto se ha cansado de una línea informativa y una empresa que ya no satisface sus aspiraciones profesionales y en la que hasta ahora era uno de sus puntales como cualificado comentarista. Otro, que el nuevo periódico al que prestará su servicios (Público) va a discurrir por una línea empresarial de afincamiento seguro en los años venideros, en la que Ekaizer aportará sin duda una meritísima labor para su consolidación. El tercer argumento podría resumirse en una probable evaluación de las consideraciones que se habrá hecho el acreditado y curtido periodista para tomar esa decisión: En lugar de un diario progresista que ha tocado techo y al que posiblemente le espera antes un regresión que un acrecimiento, ha preferido otro al que le aguarda, a más de una viabilidad empresarial sin sobresaltos como diario de izquierda, el siempre atractivo reto de ganarse el prestigio y la credibilidad con toda una vida por delante. De ser así, don Ernesto acaba de confirmar con su elección la encomiable profesionalidad que se le atribuye.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A lo mejor es porque le pagan más, a estos periodistas curtidos les suele pasar eso.

Anónimo dijo...

La profesión está devaluada pero hay profesionales que todavía se pueden permitir el gusto de elegir donde hacer un trabajo más crítico.

Anónimo dijo...

Eres un poco cándida Melibea, el periodismo no se mueve por impulsos tan nobles, un periódico nuevo y de izquierdas podrá ser necesario, puede que hasta lo esté haciendo bien, pero la empresa informativa no se mueve por idearios sino por intereses, y los de Roures son parecidos a los de Polanco, desgraciadamente.

Félix Población dijo...

Así fue.

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