EL PP DE SALAMANCA DESAUTORIZA A SU ALCALDE Y ÉSTE A GÉNOVA

Félix Población
Dicho cual suena, un titular de estas características en La Gaceta Regional de Salamanca (El PP de Salamanca desautoriza por primera vez a Lanzarote), publicado en portada el pasado jueves, sorprendió mucho a la ciudadanía. En primer lugar, porque el alcalde es presidente provincial del Partido Popular. En segundo, porque La Gaceta y el señor Lanzarote tenían hasta la fecha las buenas relaciones que cabe esperar de un diario afín a los intereses del sector más conservador de la sociedad salmantina.

Ese mismo día, para mayor sorpresa de los lectores del citado periódico, un editorial en la segunda página del mismo (El declive del Rey Sol), concluía con el siguiente párrafo: Es el principio del fin de una era, de una etapa con luces y sombras y a la que le han sobrado años, porque cuando uno está en el poder mucho tiempo corre el riesgo de perder la perspectiva de la realidad y creerse el Rey Sol. Lanzarote ya no tiene el respaldo del PP y ante esta situación es mejor marcharse por la puerta grande antes de que le echen por la puerta de atrás.

Las causas de esta refriega intestina en el PP salmantino proceden de la elevada subida de impuestos acordada por don Julián en el municipio y las críticas que tal proceder mereció por parte de dos parlamentarios populares, los señores Robles y Bermúdez de Castro. Uno y otro han sido ratificados por la dirección nacional del partido como cabezas de lista al Congreso por Salamanca, en contra del criterio del alcalde de la ciudad, incapaz al parecer de asumir la oposición pública de ambos diputados al desproporcionado incremento fiscal.

El señor Lanzarote, en lugar de aprestarse a un discreto silencio ante el rapapolvo recibido desde el diario que le era más favorable, se ha servido del periódico de la competencia, El Adelanto, para conceder una entrevista y exponer sus críticas a las decisiones acordadas en Génova que competen a la ciudad. Según don Julián, el PP no ha podido confeccionar una lista digna para Salamanca porque se han impuesto aquellos que están cada vez más ocupados en su situación, en su carrerita política, en su estatus personal, político y familiar.

Ésta y otras reconvenciones acerca de las discrepancias del alcalde con el comité electoral de su partido no han llegado a la luz, sin embargo, porque la dirección de ese otro periódico, supuestamente más progresista, se ha negado a publicarlas, algo que el director del medio niega al diario El Plural, en cuya edición de hoy sí podemos leer la interviú.

El caso, aparte de contribuir a la exposición de unas interioridades cada vez más desasosegadas en el Partido Popular ante la perspectiva de una nueva derrota electoral el 9-M, también indica el grado de sometimiento de los medios de comunicación salmantinos, castrados de iniciativa ante circunstancias polémicas como la que nos ocupa y que el ciudadano agradecería ver reflejadas en una prensa más libre e independiente de los grupos de poder económico.

Este tipo de silenciamientos, cuando tanto importa el contenido por su trascendencia directa en la representación ciudadana, es inadmisible en un periodismo digno y comprometido con los principios democráticos.