Lazarillo
He sentido un profundo sentimiento de humillación como español tras la liberación de las azafatas retenidas en Chad por parte de mi buen amigo Sarkozy, dijo el señor Aznar como expresivo reproche al presidente de su país, que en el caso de la tripulación española retenida en Chad parecía fuera del foco triunfalista con el que el hiperactivo don Nicolás se retrató con las aeoromozas una vez en España. Lo malo es que el señor Sarkozy dejó asomar después su grandeur patrio, dispuesto a liberar como fuera al resto de ciudadanos franceses detenidos, lo cual fue interpretado como un menosprecio manifiesto al gobierno y a la justicia de aquel país, otrora colonia francesa. Más tarde hubo de rectificar ese exceso de fatua prepotencia, mientras la diplomacia española, sin ofender a nadie y con suma discreción, cosechaba el mismo fruto con el resto de la tripulación retenida, ya felizmente en Madrid.
Ayer, el señor presidente de Venezuela calificó a don José María Aznar de fascista, visceralmente afectado sin duda por las veces que el señor Aznar tachó al señor Chávez de dictador, que es un calificativo bastante equivalente. Hicieron mal tanto don José María como don Hugo, pues ambos en su día fueron elegidos democráticamente como jefes de sus respectivos gobiernos. Como en el segundo caso el presidente venezolano descalificó a don José María en un evento al que asistía la máxima representación del gobierno de España, la réplica crítica por parte del señor Rodríguez Zapatero no se hizo esperar.
He sentido ante una y otra circunstancia, por la callada y efectiva gestión diplomática en Chad -acompañada además de una oferta educativa para los 103 niños chadianos- y por la intervención de ZP en la Cumbre Iberoamericana de Chile en defensa de la dignidad de su predecesor, un profundo sentimiento de orgullo. Sobre todo por las veces que el señor ex presidente Aznar trató de desprestigiar durante sus interminables giras por el extranjero al actual gobierno de su país, en cuyos casos sí que he me sentido profundamente humillado como ciudadano español.
9 comentarios:
Labor muda, diría yo. Una verdadera vergüenza, vamos. De no haber sido por cierta declaración ante el Tribunal y de la acción precipitada, pero eficaz, del Presidente francés aún estaríamos esperando la liberacion de los ciudadanos españoles. En cuanto al señor Chávez, el "hay que ser buenos y educados, hombre", comentario de Zapatero, es indigno de un Gobierno, porque el señor Aznar es Consejero del Estado, como todos sus antecesores en el cargo. Al haber ofendido a Aznar, Chávez ha ofendido al Estado y advierto que España no es Venezuela. Pero bueno hay que tener "talante", caray. Sobre todo con Chávez. Verdaderamente penoso, vamos. ¡Ah¡ Por si acaso debo añadir que mis simpatías tampoco están con el PP. Quizás lo estuvieran, no obstante, de ser Aznar candidato en lugar de Rajoy.
Lazarillo, quién es ese david que se azota con tus post a diario, me tiene intrigado con la de webs conspiranoicas que hay por ahí. Confesar a estas alturas simpatías por Aznar es casi patológico...Saludos.
Ignoraba que mis comentarios suscitaran tales reacciones, pues como bien dice el anonimo comunicante hay muchas webs "conspiranoicas" en las que seguramente molestarían menos. Pero entonces ¿de qué sirve la libertad de expresión? Bueno; prometo que este comentario va a ser el último, ya que a mí me va razonar y no azotar. ¿Saben por qué he confesado mis simpatías por Aznar? En primer lugar porque si tanto se meten con él es porque alguna valía tendrá; en segundo porque con independencia de todos sus errores es un hombre auténtico, sea cual fuere la ideología que tenga y en tercera porque fue elegido democráticamente nada menos que DOS veces. Lo siento, pero yo no soy Chávez.
Ha sido todo un placer leerle, Lazarillo. Su blog es interesante y en él escriben personas de gran criterio, pero como comprenderá no tengo necesariamente que estar de acuerdo con todo lo que escribe.
Después de escuchar en los informativos la intervención de Zapatero ante Chávez, el orgulo de Lazarillo es poco al lado del mío.
Me cuesta encontrar motivos de orgullo después de ver el vídeo de la trifulca. Zapatero ha estado correcto, nada más, pero el rey ha demostrado no estar a la altura, ni mucho menos. Su actuación sólo puede calificarse de salida de tono y de falta de educación, ante la que sólo puedo sentir vergüenza. Señor Juan Carlos, que esto es una cumbre de jefes de estado, y no la tasca de la esquina, a ver si va usted aprendiendo los modos y maneras propios de cada situación, que a estas alturas, con los años que lleva en el cargo, algo se le debería haber quedado, aunque sólo sea por la costumbre.
Siento vergüenza porque este tipo, en cierto modo, nos representa a todos, mal que nos pese. Aunque sólo sea por el montón de millones que aflojamos alegremente cada año para que toda esta pandilla vivan del cuento.
El orgullo, aclaro, se refiere únicamente a la actitud del gobierno en dos circunstancias diplomáticas bien resueltas, no a la del Jefe del Estado, cuyo mejor calificativo sería el de borbónica.
El rey hizo de rey colonial.
Chávez ha sido muy torpe, creo que ha tirado piedras sobre su propio tejado.
Conviene que una anécdota como esa no sirva para romper en dos el camino de desarrollo de América Latina, tal como parece indicar el alineamiento de unos y otros tras el incidente diplomático. El subcontinente necesita que nunca más el fascismo o la dictadura, con es escalada de terror y represión, atente contra las decisiones democráticas de los ciudadanos.
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