jueves, 8 de noviembre de 2007

Salamanca: El alcalde desaloja a la oposición y su concejal de Tránsito a los ciclistas

Félix Población

La muy sensible subida de impuestos acordada el pasado 31 de octubre por el Ayuntamiento de Salamanca, donde viene repitiendo gobernación por mayoría el Partido Popular, impulsó a la oposición socialista que la soporta a la instalación de una mesa en la Plaza Mayor para que los ciudadanos suscribieran los correspondientes pliegos de firmas en contra de un incremento ciertamente notable. Pues bien, el señor Lanzarote, alcalde de la ciudad, incapaz de soportar una resistencia civil tan pacífica como democrática, basada en la palabra de los contribuyentes, ordenó a la policía municipal el desalojo de la correspondiente mesa tal como se recoge en la fotografía y ante la sorpresa, perplejidad e impotencia de quien fuera candidato a la alcaldía por el PSOE.

Esta actitud, que la oposición municipal califica como un ejercicio dictatorial de la autoridad, contrasta con el uso que don Julián hizo de ese mismo espacio público y otros más en las calles de Salamanca con ocasión de la negativa del Partido Popular al traslado de los legajos de la Generalidad de Cataluña desde el Archivo de la Guerra Civil a Barcelona. Durante meses, y para sustentar y apoyar ese criterio partidista, pudieron los ciudadanos que compartían esa opinión contribuir con su firma en las correspondientes mesas, instaladas en la mismas puertas del Ayuntamiento y la Diputación Provincial.

Pero si nadie duda del celo de don Julián en desalojar a quien se le opone públicamente de tan democrática guisa, cuando las circunstancias afectan de muy distinto modo al bolsillo de los salmantinos y a las arcas municipales ante unos impuestos abusivos, no faltan quienes reprochan al señor Lanzarote la dejadez del Ayuntamiento para que caducase el cobro de casi ocho millones de euros que algunos constructores adeudaban a la ciudad de Salamanca en concepto de transferencias de aprovechamiento urbanístico.

Como no es la primera vez que el alcalde de la ciudad ejerce de modo tan despótico su mando, es hasta cierto punto comprensible que sus concejales se reflejen en el ejemplo dictatorial de su jefe para un mayor y más estable acomodo al cargo. Ha tenido la oportunidad de comprobarlo el desventurado ciclista al que se le quiere imponer una multa de 30 euros por aparcar mal su bici, a juicio del concejal don Fernando Rodríguez que pasaba por allí y decretó además de inmediato el desalojo del vehículo.

Debo hacer constar que entre las subidas de impuestos acordadas por el Ayuntamiento salmantino está la del bonobús, que se incrementará ¡un 84 por ciento!, y que la ciudad no cabe en sí de atascos circulatorios en las horas punta, razones por las cuales una bici mal aparcada debe ser motivo de retirada y sanción inmediatas según la sagaz perspectiva del señor concejal de Tránsito.

PS.- Hay que recordar asimismo que para la campaña del PP en contra del traslado de la documentación de la Generalidad, el señor Lanzarote se sirvió de toda la balconada frontal del edificio consistorial, en la misma Plaza Mayor, para colgar durante meses una pancarta con la frase de don Miguel de Unamuno Venceréis pero no convenceréis, pronunciada por el escritor y rector de la Universidad de Salamanca en octubre de 1936 en contra del ejército franquista y cuya vergonzosa y partidista utilización fue muy censurada por los familiares descendientes de don Miguel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El Partido Socialista de Salamanca debería haber defendido esa mesa con algo más de energía, sólo por probar si los agentes se podían comportar de modo más expeditivo.

Anónimo dijo...

En Salamanca gana el PP porque no hay alternativa seria por parte del PSOE y porque, además, es un electorado ideológico que haga lo que haga el alcalde lo seguirá votando.

Anónimo dijo...

¿Qué hará con el medallón de Franco Lanzarote ahora que obligan a pulirlo?

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