Félix Población
El señor Carod Rovira estuvo ayer en línea con la percepción que muchos españoles tienen de su partido. Se sirvió de juicios de valor personales e interesados, basados en una supuesta animadversión de los ciudadanos del resto de España hacia Cataluña, para reforzar las bases sobre las que se sustenta el objetivo de Esquerra Republicana: la independencia de su país. En la improbable presunción de que ayer noche, en el plató de La Primera, un par de personas se haya dirigido a él castellanizando su nombre con ánimo provocador, don Josep Lluís jamás debería haber caído en imputaciones generalizadas al sostener que tan anecdótica particularidad era el reflejo del menosprecio que muchos españoles sienten hacia la lengua catalana, propiciador a su vez de que el independentismo crezca en Cataluña.
En la hora en que participó el señor Carod en Tengo una preguna para usted, sus palabras fueron seguidas por una audiencia masiva, la máxima que tuvo el programa a lo largo de su emisión. Era por eso una oportunidad inmejorable para que don Josep Lluís esplicase con ánimo civilizado y de concordia sus aspiraciones políticas -en directo y sin intermediarios mediáticos manipuladores- al conjunto de la sociedad española. La verdad es que lo estaba consiguiendo. Siempre es reconfortante escuchar que ninguna idea vale una gota de sangre, ya sea la de la independencia de Cataluña que él defiende o la de la unidad de España que postulan otros. Arrogarse, sin embargo, gracias a sus charlas con ETA, la probabilidad de que hayan servido para que la banda terrorista matase estos años menos que nunca me pareció un exceso de vanidad por parte del señor Carod que no debió permitirse.
Pero lo peor estuvo en la anécdota, motivo hoy de titulares en los periódicos y poso substancial de lo que a la postre resumirá esa comparecencia del líder de Esquerra Republicana. Yo me llamo Josep Lluís aquí y en la China, y usted no tiene derecho a modificar mi nombre, les reprochó el señor Carod Rovira a quienes se dirigieron a él nombrándolo en castellano, para a continuación inferir que tal proceder es un menosprecio hacia la lengua catalana en una cadena pública de televisión que también pagamos los catalanes, lo cual conduce a que en Cataluña crezca la desafección hacia España, un proyecto cerrado que como posibilidad de vida en común ha fracasado.
Acabo de escuchar a través de Radio Nacional de España la intervención de una oyente cuyo hijo estudia en Cataluña. Se llama Luis Martín Palomo y las cartas oficiales procedentes de Cataluña que llegan al domicilio paterno van dirigidas a un tal Lluís Martí i Colom. Siguiendo el criterio del señor Carod, y en la percepción de quienes postulan el nacionalismo españolista que a él tanto le preocupa, eso sería un menosprecio a la lengua castellana que haría crecer la desafección hacia Cataluña y dar por fracasado un proyecto de vida en común.
Mire pues no. Yo creo en esa vida en común porque mi cultura, nuestras culturas, la cultura está hecha de vida en común a través de las lenguas que hablamos y compartimos. Me lo han enseñado los poetas, entre ellos Pere Gimferrer, igual de elocuente y vivo en catalán y en castellano. Léalo, don Josep Lluís, y abandone la demagogia de las simplezas.
RedDiario
Encuesta
GANA SOBRADAMENTE DURAN I LLEIDA
Leo a mediodía una encuesta en la que el señor Duran i Lleida obtiene el 67% de los votos de los lectores de 20minutos como protagonista mejor valorado, a mucha distancia de los señores Llamazares (17%) y Carod Rovira (16%).
Artículo
DIOS SALVE AL LEHENDAKARI
(...) Es un tópico, pero en este caso me parece que responde a la realidad. En España ha habido desde antiguo separadores y separatistas. Creo que los primeros fueron quienes generaron a los segundos. Hoy nadie parece haber aprendido las lecciones de la historia y tanto unos como otros andan a ver quien hace –como decía Manuel Azaña- “más la burra”. El Lehendakari Ibarretxe, presidente de una de las autonomías más ricas de España, sólo ha tenido una obsesión desde que Arzalluz lo colocó bajo el “Guernikako Arbola”, que el Pacto de Lizarra llegase a buen puerto. Mientras Imaz estuvo de Presidente del PNV su voz se acalló a regañadientes, pero una vez eliminado el obstáculo ha vuelto de nuevo a lo suyo planteando un desafío al Estado que debe ser contestado de forma contundente: No me gusta la cárcel, la conozco bien; creo que la privación de libertad sólo se debería emplear en casos extremos, pero si Ibarretxe se atreve a convocar un referéndum sobre la independencia del País Vasco los jueces deben actuar en consecuencia. Sé que no es esa la solución, pero ya es hora de que quienes dirigen la Cosa Pública desde cualquier instancia sepan que también están obligados a cumplir las leyes y las consecuencias que tiene su infracción.
La España de las autonomías fue una solución temporal para un problema que el franquismo multiplicó por cien. Hoy comienzan a apreciarse fisuras y disfunciones y es preciso, mediante el diálogo y la firmeza, emprender la reforma definitiva que haga que todos los pueblos y culturas que dan carácter a nuestro país y sin las cuales no sería, se sientan como en casa y contribuyan al común. Para que ello sea posible es menester que separadores y separatistas abandonen la demagogia populista de vía estrecha que tan buenos resultados les ha dado, incluso –sería mucho pedir- que se apartasen de la vida política. (...)
Pedro Luis Angosto, La República.es
11 comentarios:
Mira, eres tan mediocre como la persona a la que criticas por su comportamiento. Eres tan candido qué te crees que las cartas le llegan con el nombre traducido al castellano. Por tutatis, no seas tan ignominioso. Viva Europa, Visca Europa!
Atiko, no te entiendo. No sé lo que quieres decir. En tu caso no es sólo falta de dominio del idioma (quizá te expreses mejor en otro), sino también falta de claridad en lo que quieres transmitir. Es de agradecer que algunas personas, teniendo claras sus ideas, las sepan expresar. Gracias a Diario del Aire.
¿Ignominioso, mediocre, cándido,tutatis, Visca Europa? Menuda ensalada, gachó.
Si Carod es medianamente inteligente y revisa el vídeo, se dará cuenta de su error. Habló más para sus bases que para España.
En esta oportunidad, mi opinión coincide casi exactamente con la suya. A todos los "conversos" les pasa lo mismo y como el señor Carod no nació en Cataluña tiene que mostrarse más catalán que la mismísima Reina Doña Berenguela (Yo le hubiera preguntado si sabía quien era esa reina y hubiera disfrutado de lo lindo al observar que no tenía ni idea). Como sabe, "patria" equivale a "tierra de los padres" y no a "tierra que uno mismo elige según su santa voluntad". En cambio, el otro señor catalán merece toda mi admiración y todo mi respeto, pues se mostró culto, elegante, conciliador y dialogante. De Llamazares solo haré la siguiente observación: pronuncio la palabra "democracia" o alguno de sus derivados unas 35 veces.
No está bien disfrutar con la ignorancia ajena, sobre todo cuando se ha incidido en la importancia de la cultura como esencialmente comunicadora y liberadora de prejuicios..
Cierto. Tomo nota. No obstante, y a veces, es el único modo que tenemos de ayudar a aquellos que creyendo saber todo acerca de su "patria" ignoran su Historia, por muy buen catalán que hablen.
¿Se imaginan una oposición de derechas como la que podría representar en España Duran i Lleida? Entre la Cataluña de este señor y la de Carod, elegiría sin duda la primera, pese a considerarme de izquierdas y republicano.
Carod estuvo muy acertado poniendo de manifiesto las miserias, sordideces y sobre todo la ignorancia sobre la que se ha edificado el rancio y católico nacionalismo español. Que habló para sus bases, qué va; a mí, que soy de derechas y no soy ni catalán ni pancatalán, ni entiendo ni hablo el catalán y apena lo he oído en alguna canción, me ha convencido para votar ERC en las europeas y también de que siempre he sido independentista, sin saberlo, de la españa nacionalcatólica y pasapisera.
Celebro leer que entre la derecha se hallan también personas que participan de los tópicos tradicionales de la izquierda. Le felicito a usted por estar entre los mejores. Los otros seguramente por ser sordidos, ignorantes, míseros y nacionalcatolicos se abstuvieron de llamar al señor José Luis Pérez mal educado.
Sólo desde el resentimiento y la frustración se pueden sacar las conclusiones que sacó Carod. Delante de él estaba una representación ciudadana de España, no el rancio españolismo del PP que él tan bien utiliza para sus fines demagógicos. Los extremos se tocan.
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