jueves, 6 de septiembre de 2007

Educación por y para la ciudadanía, ciudadano Cañizares


Luisa de León

Sirva la imagen ofrecida por el primado de España y arzobispo de Toledo, eminentísimo Cañizares, que de esa magna guisa tuvo a bien asistir como máximo representante de la católica iglesia de su país a una reciente ceremonia religiosa celebrada en Italia, como mejor y muy actual ilustración del breve y expresivo texto suscrito en la edición de hoy del diario El País por José Aurelio Martín Rodríguez, lector del citado periódico:

Resulta difícil enfocar el tema de la asignatura de Educación para la Ciudadanía sin caer del lado de un punto de vista exclusivo. No obstante, la postura de la Iglesia y las instituciones educativas a que da cobijo no debiera extrañarnos; la Iglesia ha procurado siempre hacer fieles a la doctrina, no ciudadanos autónomos y responsables; la Iglesia, al menos históricamente, ha utilizado el miedo para extender el dogma, no la razón y el espíritu crítico; la Iglesia, en fin, ha defendido la ortodoxia, condenando las voces disidentes o heterodoxas a la hoguera. Lo que resulta en este caso curioso es que la jerarquía eclesiástica apele al concepto del adoctrinamiento, cuando ése ha sido tradicionalmente su seña de identidad; la Iglesia, en efecto, ha adoctrinado por lo menos hasta la Ilustración para defender el dogma y asegurarse el poder, ¿cómo ahora, cuando la historia ha puesto a cada cual en su sitito, recurre, en un alarde de perversión del discurso, a que la asignatura adoctrina y no enseña?, ¿qué ha hecho la Iglesia sino adoctrinar y nunca educar? En cualquier caso, los docentes, o al menos ése debería ser nuestro propósito, debieran, desde cualquier asignatura, educar para la ciudadanía; poco importa saber raíces cuadradas, sintaxis o la tabla periódica si no sabemos lo que vertebra todo eso: que vivimos en la medida en que somos ciudadanos y nuestra finalidad es ser, precisamente, buenos ciudadanos.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Es de sobra sabido que la Iglesia Católica no es una institución democrática y que, por lo tanto, sus disposiciones, leyes, ordenamientos y decretos no se basaban, ni se basan, en el principio de soberanía popular, sino en el de la soberanía divina. Así pues, no es lícito hacer comparaciones para intentar la justificación de una "asignatura" manipulada por un Gobierno teóricamente democrático y de acuerdo, según se dice, con una mayoría parlamentaria que en modo alguno representa a la voluntad popular debido a una ley electoral absurda y sin sentido. La Jerarquía católica, desde luego, es la menos indicada para protestar, pero como nuestro Gobierno es democrático ha de aguantarse si la Iglesia protesta y, sobre todo, si muchas familias católicas la hacen caso. En cambio la proposición contraria no es válida pues, como digo, la Iglesia Católica no es una democracia. Por eso quemaba a todo aquel que no estaba de acuerdo con ella.

Anónimo dijo...

Que la Iglesia Católica sea una monarquía absoluta y no una democracia no es cosa de la autoridad divina. Es fruto de su paso por la historia humana.
Lo grave -muy grave- es su desfase histórico (desde la Modernidad), al no adoptar en su sino las formas de convivencia que predica para el resto de la sociedad.
Repase Johnny Blue la historia de los 4 primeros siglos del cristianismo. Y la del resto. Verá como la Iglesia se adapta siempre a las formas de organización social de su tiempo. Porque se encarna en la historia.
La absolutización de una forma de organización, aludiendo a una sobiranía divina y coaccionando las libertades, es pura herejía. Similar a la del paganismo de Hitler, a la del ateismo de Stalin o a la del nacionalcatolicismo de Franco.

Anónimo dijo...

Toda institución que no es democrática es por lo menos ajena a la libertad del pueblo, cuando no contraria a su libertad.

Anónimo dijo...

Estos jerarcas de atavían del mismo género que hacen sus discursos.

Anónimo dijo...

Doy por sentado que entre Dios y la Católica Iglesia media un abismo, porque Dios es Amor y en la Jerarquía de la Iglesia en lugar de Amor hay ansia de poder, ambición, egoísmo y oportunismo. También lo hay en muchos de los que la critican, pero esa es otra cuestión. En estas condiciones, que el Vaticano haya interferido durante siglosen la conciencia humana formándola a su capricho y aliándose con Monarcas absolutos me escandaliza mucho, pero solo porque soy Católico. No obstante, a los no católicos no debiera escandalizarles pues para ellos comportamientos como el indicado debieran contemplarse con toda naturalidad, ya que se supone que para ellos la Iglesia Católica no es más que un Estado. En cualquier caso, opino que no es lícito hacer ciertas comparaciones con ánimo de defender una cierta "asignatura", que tenga el contenido que tenga, pretende sustituir el derecho de las familias a educar a sus hijos como deseen por un derecho colectivo basado en el nebuloso concepto de "bien común", porque esto es totalitarismo.

Anónimo dijo...

Propongo que la iglesia imparta su doctrina a los que creen en ella y deje a los demás la libertad de elegir, ¿qué tal?

Anónimo dijo...

Me parece muy bien. Y haga lo propio el Gobierno del PSOE tambien

Anónimo dijo...

No es el gobierno del psoe, es el gobierno de españa.

Anónimo dijo...

Si, bueno. Desde julio de este año se repite mucho eso de "Gobierno de España". Veremos cuanto dura esa súbita muestra de patriotismo en quien ha declarado públicamente no saber lo que significa el concepto de "patria".

Anónimo dijo...

Para patria la de Aznar que pone a parir al Gobierno de España.

Anónimo dijo...

¡Ah¡ Pero Aznar no se presenta a Presidente del Gobierno de España, que yo sepa. En cambio Zapatero, sí.

Anónimo dijo...

¿Cómo que no? Se llama Rajoy y lo secundan Zaplana y Acebes, ¿o qué se creía?

Anónimo dijo...

¡Ay Caray¡ ¡Claro¡ Si lo dice Zapatero seguro que es verdad, porque es bien sabido que Zapatero jamás ha mentido. Y ya nada digamos Ribalcaba y J. Blanco.

Anónimo dijo...

Es una suerte que la íglesia católica se atrinchere en el pasado. Su actitud da votos al PSOE.

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