
En esa línea de manipulación, que ha terminado casi por hacer olvidar, obviar o fagocitar entre los más jóvenes la auténtica identidad del personaje, el colmo de la incongruencia acaba de tener lugar en Austria, donde una formación política de ideología filonazi, el Partido Liberal, ha optado porque su líder, un tal Christian Strache, vaya estampado en las camisetas que lo promocionan como el mismísimo Che Guevara. Strache, vota por el partido de la libertad, dice el texto que acompaña a la imagen, en consonancia con el lema del partido en cuestión: El Che Guevara está muerto, viva HC Strache.
Comenta Udo Landbauer, secretario general del Anillo de la Juventud del FPÖ, que la idea es dejar en claro que Strache representa una esperanza viva y no la de alguien muerto hace tiempo. Pese a ello, este joven cabecilla político reconoce el riesgo de esa propaganda, promovida al parecer por los cachorros ultranacionalistas de su partido, porque podría ser interpretada como una afinidad entre los dos líderes, si bien considera que dada la personalidad e ideario de Strache la ciudadanía los diferenciará.
¿Se imaginan qué sociedad sería la austriaca si se diera esa confusión? Acaso la consecuente con el hecho de haber consumido extemporánea y abusivamente durante muchos años un icono desarraigado de su fundamento.
2 comentarios:
Todo se compra y se vende.
En Austria empezó todo, ¿recuerdan?, exportaron a Hitler y luego Hitler regresó de conquistador.
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